Por: Pedro Pablo Aguilera G.

El populista peruano Pedro Castillo de confusas relaciones políticas con la izquierda y la derecha que ocupaba la presidencia en Lima ya no está.

El mismo se derrotó en un intento de autogolpe de estado para anular el legislativo y evitan una vacancia (destitución) suya, tras cuatro procesos en curso en el Congreso y otros tres en Fiscalía.

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Castillo de discutidas relaciones en su pasado con el grupo guerrillero maoísta Sendero Luminoso, claras afinidades con la nueva izquierda latinoamericana; había ejercido un gobierno caótico, sin clara orientación política y alto nivel de cuestionamiento por nombramientos irresponsables y relaciones corruptas en diversos niveles.

Muestra de ello son los cuatro gabinetes ministeriales diferentes en menos de seis meses, algo sin precedentes en la historia política peruana.

La crisis peruana de hoy es el reflejo de una crisis de credibilidad, liderazgos y campos definidos en la política del Perú tras la era Fujimori en que el autoritarismo, la corrupción descompuso la escena nacional.

La ausencia de claras mayorías en el Congreso n hecho que la gestión presidencial sea cuestionada a la par de prácticas no santas de corrupción y favoritismo tan comunes en la política latinoamericana.

El hombre de sombrero enorme con el que se conocía Castillo sabía que sería destituido anunció, la disolución del congreso y la declaración del «gobierno de excepción» rompiendo con el estado de derecho y esperando un respaldo popular que nunca ha existido más allá del voto y se suicidó políticamente.

Ahora vendrá un gobierno de concertación según la presidenta en función en donde no existe un partido de gobierno creíble y un legislativo hambriento de poder pero sin valor a convocar elecciones generales ya que significaría dejar el poder que tienen hasta el 2026.

Castillo no logró, como Boric tampoco mayorías en respaldo a determinadas decisiones. Uno y otro, tomaron caminos opuestos, Boric respetó decisiones y reorientó su proyecto de gobierno; Castillo optó por el autogolpe.

En otros casos, esos personajes, han logrado unas mayorías construidas a fuerza de negociaciones que antes eran llamadas mermeladas, (¿ahora como le dirán?).

La enseñanza aprendida del hombre del sombrero enorme es que de perderse el control de las mayorías en el legislativo, no se acepte ser “arrinconado” y para reclamar defender las ideas personales se alimente esa fuerza incontrolable del tercer estado.

PD. Estaba para el 13 y 14 de diciembre la Cumbre de la Alianza del Pacífico, que integran Chile, Colombia, México y Perú ¿Habrá Cumbre?¿qué posición tendrán estos países ante está no estando Castillo?