Mi hijo mayor, un joven politólogo formado en la Universidad de York, Ontario, radicado por estudios en la ciudad de Padua Italia, me ha venido hablando hace años, repito hace años, de este académico John Joseph Mearsheimer (1947) de la línea más dura de la política norteamericana y máximo exponente del realismo ofensivo.
John Joseph Mearsheimer, supo ver y anticipar cómo el poder ofensivo (militar) avanzaba frente al llamado poder blando en Ucrania desde fecha anterior a 2014 en que Rusia se anexó Crimea, comprendió y expuso la lógica rusa de supervivencia en la expansión a sus viejas fronteras utilizando el miedo que les daría el uso combinado del uso de la fuerza combinada de la guerra convencional con la disuasión nuclear. Los que ahora lo culpan de haber promovido la invasión fueron los que no entendieron los avisos y los análisis hechos que llamaron especulativos y hoy son realidad, J.J. Mearsheimer es un conservador, liberal de pura sangre un norteamericano comprometido a su ideal de país pero crítico y mayormente incomprendido.
El teórico de las relaciones internacionales, con formación en la academia militar de West Point, en EEUU, supo evaluar los desequilibrios en lo económico, militar y geopolítico del orden mundial para anticipar que sucedería evaluando. El supo que Putin estaba obligado a actuar como ha actuado. El poder no se cede, no se negocia y ese fue el error del consejero que tuvo Ucrania en 1994 al entregar las armas nucleares y ese fue el error de la OTAN al crear ese espacio de nadie en Ucrania. La política global gira desde un ejercicio del poder ofensivo de quien quiera el poder y todo lo demás es secundario.
El mundo unipolar fue una ilusión que no nos dejó ver al bloque chino-ruso que en el libro El Gran Delirio (2019) de J.J. Mearsheimer explica con distinciones entre uno y otro país. El afirma que el equilibrio a la larga es falso y a habrá conflictos para hacer valer sus intereses cada parte. Ucrania es un paso, vendrá Taiwán. ¿pero hasta cuándo?.
EEUU terminará aceptando el imperio de la fuerza de Rusia y el sacrificio de los ucranianos, los problemas internos, políticos y económicos son muy grandes. Lo otro es ¿la política norteamericana facilitará la alianza ruso-china o cederá en sus presiones para ganar tiempo ante la verdadera confrontación que será a futuro con China y tener la esperanza de un desgaste interno de Putin?.
En fin, vivimos otra época y de todo esto me queda lo que me dijo mi primogénito reflexionando sobre el profesor Mearsheimer:”, aunque no me significa ningún beneficio económico, ni me produce ninguna alegría ver que estaba en lo correcto, si existe un ser en lo profundo, que en silencio le da un guiño al mundo. La gente que le gusta pensar por el simple placer de pensar saben de lo que hablo. El único premio que no sea ese bendito acierto, que no da de comer, ni te cubre la cabeza, pero si hace que no bajes la mirada frente a nadie”.
La única respuesta es estar de acuerdo y recordar que siempre el pensar es un acto subversivo en toda sociedad, y ser entendido y reconocido no es un fin, es una casualidad.