Hay cosas que decir.
El establecimiento es el gobierno, ya no se podrá culpar al gobierno con esa ligereza. Eso es bueno porque se demostrará que tan bueno se es entre el dicho de querer hacer, y hacer. Pasar de oposición a gobierno. Y es malo, porque siempre es duro criticar a su familia; y el Pacto Histórico vivirá momentos en que la vida lo llevará a tales situaciones pues hay amores difíciles.

Los nadies son hoy poder. La imposibilidad de acceder al poder por ser excluidos, ser afros y populares fue historia. La democracia colombiana, en la que no se ha creído, la que han enfrentado hasta con las armas, les ha mostrado que transparentemente se puede ganar y ahí están los excluidos elegidos y van a gobernar, de hecho, ya lo están haciendo. Eso es histórico. Es hora de mostrar la diferencia.

La pureza o pedigree de la política o si quieren ideológica demostró que no es tal, y no hay peor ciego que el no quiera ver y no está mal. Lo repito, no está mal, pero una cosa es el discurso u otra la realidad; de hecho, ya sabemos que Roy y Benedetti son politiqueros que van junto al mejor postor y son los embajadores, los facilitadores en el Congreso para negociar con los partidos tradicionales que del susto y temor se puede ser los mejores amigos. Hoy los liberales, la U serán partido de gobierno y Cambio Radical hasta tal vez se sume, pero si no, será independiente que no es oposición.

Anuncio

La clase política tradicional están en la carroza del ganador conducida por la izquierda que tanto han temido y lo han hecho dócilmente. ¿Quién lo diría?, pero sorpresa te da la vida, la vida te da sorpresa tal como dijo Rubén Blades.

García Márquez estaría preocupado con su realismo mágico al ver un César Gaviria y un Álvaro Uribe negociando un pacto nacional con Gustavo Petro. Será como un Frente Nacional versión 3.0.
Si algo tiene interesante la realidad colombiana es que cada día será inédito para todos, pero para mí son cuatro actores protagónicos: La clase política tradicional que se suma al gobierno, el Pacto Histórico, la oposición y Gustavo Petro. Cada uno con sus intereses a corto y mediano plazo.

Los aliados del gobierno buscan conservar espacios por su paso dado y aunque no se mencionara la mermelada, dulce será cada Ministerio y cada cargo dado. La apuesta es políticamente riesgosa ante sus votantes que, aunque querían el cambio optaron por otra opción y los jerarcas han buscado unas tablas en vez de inclinar el rey para adentrarnos en una ingobernabilidad. El realismo se impuso. Lo veo bien.

La oposición con el Centro Democrático al frente será la última línea de la ultraderecha uribista. La otra oposición como el caso Íngrid Betancourt en cuerpo ajeno en De Calle y Carvalho mal parqueados por la disciplina de partido serán una simulada oposición con fines mediáticos de que Oxigeno y su líder estén presentes.

Los otros flotaran y se desplazaran a un lado y otro.
El Pacto Histórico que un arcoíris de pensamientos disímiles desde los ex farc confesos culpables de delitos de lesa humanidad, hasta los LGTBIQ+, animalistas, movimiento feminista, indigenista y afros deberán aprender a vivir en la misma casa siendo tan diferentes.

Ya hemos visto conatos de aspiraciones truncas por el interés del bien mayor. Eso será más complejo teniendo los nuevos amiguis de los partidos tradicionales que odiaban y serán coequiperos. Habrá espacios por el que ellos lucharon y ganaron que deberán ver en manos de los de siempre.

Finalmente, el presidente Gustavo Petro que es nuestro presidente, será además un director de orquesta con músicos que ha aprendido en diferentes conservatorios o son autodidactas. No será fácil, todo lo contrario, porque el es terco y no pocas veces autoritario. Ser líder de 12 millones de nadies empoderados observando y a la espera de cambios reales como la reforma agraria, una reforma tributaria, la justicia social (educación, salud, trabajo, fin del esmad), y la transición energética no es fácil.

El amor hay veces que se puede transformar en su opuesto. ¿Cumplirá o cambiará a un poquito nada más? Yo le apuesto a un modo moderado y socialdemócrata. ¿lo aceptaran los nadies?
Hay delgadas líneas rojas para cada actor que deben no solo no pasar si no ni tocar.

Siento que vamos bien, que se ha avanzado en consensos impensables, que hay hasta ahora voluntades, pero esta partida solo está en la apertura y Gustavo Petrosky tiene las fichas blancas. No estamos ni en el día 0 de gobierno, paciencia.