A una semana de la segunda vuelta, de elegir presidente, todo lo sucio, malo, antiético, lo asqueroso de la política está en el ambiente nacional del proceso electoral y dentro de la campaña del Pacto Histórico.
Entre la personalísima y torpe campaña del populista de Bucaramanga que ha agredido a periodistas aquí y allá; lanza propuestas locas que para muchos demuestra un posible gobierno surrealista; de verbo molesto y procesos jurídicos creíbles en su contra. Todo esto, ha generado un lógico proceso de retroceso del outsider, el fenómeno antipolítico desde la Colombia profunda.
En el otro lado, hemos visto una campaña autodenominada del amor ser una campaña de vilezas, amoralidades, sucia y de odios que demuestra la mentira del manifiesto de campaña limpia de hace unas semanas. Como dice Gustavo Bolívar el más fiel alabardero del líder del Pacto Histórico, “siente vergüenza” de los ayer primeros petrovideos.
La asquerosa política nacional da vergüenza.
Creo que (los, las, les) de la campaña del amor odioso por un lado lazaran una ofensiva mediática en redes de victimizarse pues el trabajo ha sido exitoso y las encuestas y tracking electoral han dado resultado en su favor con una ciudadanía emotiva, acrítica, amante del sensacionalismo. El goteo de mentiras y dividir, de “fabricar las diferencias y las contradicciones” como dice Roy Barreras en el primer petrovideos ha dado resultado en las redes sociales fuente privilegiada de información y configuración de opinión pública para la votación del 19 de junio.
Otros, como el candidato presente y silencioso en los videos ya ha dicho que “fuimos chuzados”, “es una maniobra sucia del gobierno” aunque los primeros análisis dicen que los videos son de zoom y pueden haber salido de Daniel Becerra, técnico de apoyo de la campaña recién renunció. Sea el origen que sea, es un tema secundario, el contenido de los petrovideos es lo importante para ética política y cualquier ciudadano.
Y aquí hay que decir, Petro sí sabía del tipo de campaña no ética de su campaña. Él no puede decirle a nadie que no estaba allí, que eso fueron otros. NO.
El escuchó las propuestas del uribepetrista Roy Barreras, de calumniar, dividir, fabricar fake news de guerra sucia, allí está en los videos. Su silencio es cómplice.
El escuchó con meses de anticipación el manejo por su movimiento del pacto de la picota para la no extradición algo que en la línea de tiempo le vimos desmentir hace pocas semanas. Eso es mentir.
El sí da autorización de “patentes de corso” para que unos maltraten, insulten mientras el queda limpio. Eso es antiético.
¿Cómo influiría en estos 10 días la opinión del elector? Creo que poco. El Pacto Histórico será impúdico responderá con una retórica justificativa y una narrativa sorprendentemente confusa de lo sucedido.
Sin duda el futuro será diferente para Colombia. El cambio será sí o sí. Deseo para Colombia lo mejor y lo mejor no creo esté en estos 4 años por delante; está algo más lejano. Ya al menos, hemos roto con la estructura de poder uribista ocupando el poder.
A diez días tenemos una alternativa confusa en los dos lados, populista en los dos lados y condenadas a un gobierno de fracasos en los dos lados. Será un proceso de transición que será más o menos largo en la medida que la cultura política y ciudadana asuma la política como un bien común y no de una élite decisoria degradada en ambas opciones. Lo reitero, este proceso electoral deja un mal sabor en todas partes de la asquerosa política.