Hace una semana atrás Miguel Ángel de Ríos, abogado, miembro de la campaña del PACTO HISTÓRICO dijo: “claro que los tenemos infiltrados, tenemos a una persona en cada casa electoral, ya están adentro”. Luego el mismo Petro ha afirmado con una tranquilidad de quién está por encima de todo dijo “le hemos infiltrado las campañas, pues sí, están infiltrados” y hace dos días aparece un dispositivo de espionaje audiovisual en la campaña de segundón de FICO y se inicia proceso de investigación.

¿Por qué mentir de forma insistente? ¿por qué hacerse los James Bond para terminar de pastorcito mentiroso? ¿Sobradez de una campaña? ¿papayazo de una campaña? ¿oportunidad en la mano de otra campaña?
En verdad, si uno ve en una línea de tiempo el avance de la campaña del candidato cuasi presidente percibe que en la medida que nos acercamos al final y se hace palpable su victoria, hay torpezas en su círculo cercano e incluso del propio candidato como las confesiones auto inculpadoras de acciones ilegales de espionaje ¿hasta dónde llegará este tema? Todo esto me recuerda la historia de Watergate en 1972 donde el candidato-presidente Richard Nixon es descubierto espiando al Partido Republicano. El final fue el fin político de Nixon. ¿seguirá el teflón que ha rodeado a candidato de cabeza en las encuestas? ¿seguirá la ciudadanía volteando la vista ante cada error de esta campaña?

Los hombres (y las mujeres) del presidente recordando el filme de Alan Pakula sobre Watergate, han sido muy torpes en algunos casos como Gustavo Bolívar, Juan Fernando Petro, Miguel Ángel de Ríos, Isabel Zuleta con declaraciones que en campaña deben ser cuidadosas pues deberían afectar a su candidato.

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El saber popular dice algunas cosas que el equipo de FICO entendió “A caballo regalado no se le miran los dientes”; “Al pan, pan y al vino, vino”; “blanco es y gallina (colombiana) lo pone”. Aquí no hay inculpaciones, hay autoinculpaciones torpes. La guerra sucia es desde dentro y desde el candidato.

Solo recuerdo tanta torpeza en la primera campaña de Trump, frente a Hillary Clinton que, pese a tantos errores, ganó. Y es que la ausencia de cultura política, la desesperación por un cambio, el populismo no cambiará un voto ya decidido, pero deja un amargo sabor en la política nacional Así pasará ahora en el universo inverso de la ideología, se ganará y quién tenga juicio sabrá que hay mucha ineptitud política en la campaña.