Todas las cartas están en la mesa de la política, faltan 48 horas para saber los resultados de la primera vuelta de las elecciones en Colombia 2022. Para muchos incluyendo al candidato Petro, debe ser la única. ¿Pero si no gana en la primera vuelta hay que reflexionar?
Lo primero son las matemáticas. Petro tiene unas cuentas muy difíciles, necesitan sumar más de 9. 750 000 votos para ganar en primera vuelta; tiene asegurados cerca de 5.5 millones de la consulta de marzo y debe sumar 4.2 millones en 2 meses luego de una campaña de 8 años continuos. El techo de Petro rondará 9 200 000 y eso sería algo como el 47% de mantenerse una abstención del 50%.Habría segunda vuelta.
Es cierto que Petro se ha mostrado más calmado, reflexivo y menos beligerante que las campañas anteriores, él ha adquirido al menos mediáticamente talla de estadista con la mayoría de las propuestas y programas. Es el político más curtido de los candidatos y ha sabido además de persistir, vencer cada micro crisis de la campaña.
Petro ha insistido en desmarcarse de la izquierda dura, fuerte, radical y de las pasadas cercanías con Chávez, Venezuela y Cuba. Ahora es progresista. Lo cierto es que, no es claro ver la diferencia entre izquierda y progresista. ¿será que hay diferencias? El progresismo es la nueva izquierda, que es la izquierda en clave de marketing político, más responsabilidad ambiental, eso aun en muchos colombianos, no es una dieta digerible.
Petro a diferencia de los otros candidatos no supo, aunque lo quiso con fotos incluidas, hacer alianzas con partidos, grupos políticos tradicionales que sin duda son importantes en la orientación del voto como el Partido Liberal o el propio moribundo Partido de la U. Cierto, ha sumado muchas izquierdas, a gran parte de los movimientos sindicales, feministas, LGTBIQ, animalistas, ambientalistas, indigenistas y afrocolombianos.
En verdad su gran éxito fue rodearse de figuras que reman en cualquier dirección que los mantenga en el poder como un Roy Barreras, un Armando Benedetti, Alfonso Prada o la controvertida Piedad Córdoba.
Petro sin duda demostró conocer el país y sus problemas, pero es cerrado a su mirada y piensa sinceramente ser la verdad revelada, algo que aleja a sectores empresariales, clase media y del segmento asociado a militares, policías y jubilados.
Petro no ha sabido construir un discurso en tema de seguridad algo que inquieta mucho a la ciudadanía. No todo es el ESMAD y los asesinatos de líderes sociales. La seguridad es más cercana y latente en cada barrio y la percepción de inseguridad es creciente junto al narco economía controlando el campo. La seguridad necesita de profesionales de las tres armas, de la inteligencia y la policía. Petro no ha convencido que no habrá “fuego amigo” entre el presidente y sus mandos. Su postura ante el diferendo con Nicaragua y la propia Venezuela es demasiado suave cuando en la geopolítica el poder/el control sobre el su territorio y seguridad no se entrega o cede.
Su empeño de ganar en primera por el aquello de evitar un todos contra Petro, en segunda vuelta puede no ser suficiente. El nivel de participación si bien mejorará frente a hace 4 años o así indican todos los datos, puede no ser suficiente por el tema de seguridad más allá que el ELN ha hecho un alto al fuego. El clima, con su lluvia que tanto “asusta”, el festivo que da pereza y la falta de cultura política pueden hacer que muchos votos nunca lleguen.
El efecto Piedad Córdoba en doble sentido: primero cuando afirmó que la extraditará de ser solicitada, le quitó electores cordobeses y potenciales sectores asociados a extraditables de hoy y mañana. En otra dirección, la retención en Honduras por el ilícito de los 68 000 dólares puede trae un mal ambiente de dineros calientes. Creo que la falta de decisión de solicitar su renuncia le ha restado espacios que no sabemos y no le suman credibilidad a Petro.
Otra cosa, que seguramente queda escondida para muchos, pero que para el votante políticamente de centro-izquierda medianamente informado, es que pueden haberse desplazado votos ante la “asonada verbal” contra Jorge Robledo cuando quiso debatir propuestas sobre la transformación energética en la USO, el trino de Petro de una palabra: Triste es un poema de ambigüedad y alerta de nuevos sectarismos y exclusiones ante las discrepancias.
Finalmente, creo que el álgido y complejo tema de las pensiones en los fondos privados le restó muchos votos ya que al final el dinero de uno es de uno, y a nadie le gusta o así lo entienden muchos, que se lo lleven para otra parte.
Todo esto es en caso que Petro no gane en primera vuelta, pero si ganara, todos estos temas seguirán ahí latiendo.