La Asamblea General de las Naciones Unidas instó el martes a un «alto el fuego humanitario inmediato» en Gaza con un contundente respaldo de 153 votos a favor, 10 en contra y 23 abstenciones. Esta cifra contrasta significativamente con la votación del 28 de noviembre, que buscaba un cese de hostilidades. Estados Unidos, Israel y algunos países europeos como Austria y la República Checa se encontraron entre los 10 votos en contra, mientras que Argentina se abstuvo por primera vez.
En medio de intensos combates entre las fuerzas israelíes y los milicianos de Hamás en Gaza, el jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos describió la situación en la región como un «infierno en la tierra». Simultáneamente, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, anunció un cambio en la posición del gobierno canadiense, que ahora se une al llamado internacional para un alto el fuego humanitario. Joly subrayó que la única solución al conflicto es la creación de un Estado palestino y expresó su preocupación por las terribles consecuencias humanitarias, destacando las «horribles escenas de violencia sexual» atribuidas a Hamás.
Este cambio de postura de Canadá, que previamente había solicitado solo «pausas» en las hostilidades, se produce después de la visita a Ottawa de los ministros de Exteriores de Arabia Saudí, la Autoridad Palestina y Turquía durante el fin de semana. La ministra canadiense también hizo hincapié en la importancia de la forma en que Israel ejerce su derecho a defenderse, destacando las devastadoras cifras de víctimas y la difícil situación humanitaria en Gaza, con miles de civiles palestinos afectados por la violencia y la destrucción de sus hogares.