Somos un país polarizado que, nos hace a reaccionar de disímiles maneras frente a hechos que, en otras latitudes, generarían concordia, en lugar de discordias.

La reunión del presidente Petro, con algunos de los llamados «cacaos» del empresariado, ha generado todo tipo de comentarios; los petristas lo consideran un gesto magnánimo del mandatario y una demostración de su respeto por los empresarios; además de su deseo de corregir términos no amables usados en meses anteriores.

Los enemigos acérrimos de Petro la consideran una traición de los cacaos, a los demás empresarios, y un acto ingenuo de los que asistieron que, va a ser aprovechado por el presidente, para mejorar su imagen; incluso, algunos se atreven a decir que, Petro, invitando solo a unos pocos, busca dividir a los empresarios y banqueros, para quitarle fuerza a la oposición y a un posible paro nacional empresarial.

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Pienso que, estos extremos análisis están infravalorando la inteligencia y capacidad de zorros viejos, como Luis Carlos Sarmiento, el dueño del país, y sobrevalorando las capacidades maquiavélicas de Petro.

Para los seguidores de Petro, su foto al lado de Sarmiento es una traición a los más elementales principios de esa izquierda recalcitrante que, se ha cimentado en Colombia por el odio a Sarmiento y a su grupo. Miles de páginas y discursos contra Sarmiento quedaron tapados con la foto de Petro, sonriente al lado del banquero diabólico, y del beso de Doña Verónica al anciano multimillonario.

El otro polémico encuentro fue el de Petro con Uribe; sorprendido he escuchado fuertes críticas al expresidente por asistir a ese encuentro; lo tratan, incluso, de reblandecido por hablar con «ese guerrillero». Por el lado petrista también critican al presidente por seguirle dando protagonismo al «quemado de Uribe».

Lo cierto es que, esos encuentros demuestran madurez política, amén del reconocimiento del valor que tiene el empresariado y la importancia que tiene el jefe del partido de oposición; sin desconocer la estrategia de Petro, de mantener vigente a Uribe, para continuar con su discurso contra los paracos y, de esta forma, invisibilizar a otros líderes de oposición de centro.

Ñapa: Llamé a mi Gurú Sinforoso Popó Carabalí, a indagar sobre su opinión de los encuentros de Petro y me contestó: «Hay que decirle a Petro que desaparezca la foto con Sarmiento Angulo que, esa imagen lo acaba de desprestigiar». ¡Plop!

Ñapita: La continuada y constante política de, hacer del Valle del Cauca la potencia nacional en el Deporte volvió a dar frutos, con su estrepitoso triunfo en los juegos nacionales. Reconocimiento a nuestra gobernadora, por su «Valle invencible».