[et_pb_section fb_built=»1″ _builder_version=»4.6.5″ _module_preset=»default»][et_pb_row _builder_version=»4.6.5″ _module_preset=»default»][et_pb_column _builder_version=»4.6.5″ _module_preset=»default» type=»4_4″][et_pb_text _builder_version=»4.6.5″ text_orientation=»justified» hover_enabled=»0″ sticky_enabled=»0″]

Hay circunstancias que ameritan romper con los formalismos tradicionales y, por un bien superior, hacer gestos espontáneos que sorprendan. La historia está llena de esos actos, como cuando un Rey se aparecía vestido de soldado antes de las batallas o un Presidente salía a caminar a la calle, como cualquier ciudadano.

Lo previsible es que la famosa y reiterativa minga termine en Bogotá y que una comisión hable con Duque dentro de 10 días, después de un show diario de ires y venires de ministros y funcionarios. La financiación de esa movilización de 3000 personas, que se convierten en 7000, gracias a las noticias, está ya pagada, incluyendo fiestas y demás folclóricas presentaciones.

Anuncio

¿Qué tal que Duque, intempestivamente, les caiga y se ponga a escucharlos? ¿Qué pasaría con esa parafernalia, hecha sobre la base de que el presidente no los va a atender sino en Bogotá? ¿Cómo les quedarían los planes a los que quieren que coincida la minga del Cauca con el paro de la semana entrante?

Por todo lo anterior, me atrevo a sugerirle al Gobierno que piense darles la sorpresa y les mate el pájaro en la mano, como decían los abuelos. De todos modos, tarde que temprano los va recibir; así nos evitaríamos muchos contagios de Covid19, problemas vehiculares y choques con la policía.

Soñar es barato y dar consejos pendejos es una vocación nacional.

De todas formas, no me vayan a decir que no se llevarían un susto el macho, los organizadores de esta movilización política de los indígenas del Cauca, si Duque les apareciera en Armenia o Ibagué sorpresivamente.

Nos quedaremos con las ganas, porque los asesores no lo dejarán.

Ñapa: Que no nos vengan a decir que el presidente debe quedar siempre de segunda instancia, pues él desacreditó ese principio hace dos años, cuando fue a hablar directamente con los rectores de las universidades públicas saltándose la primera instancia. En este caso, se trata de hacer una evaluación de cómo van los acuerdos firmados, luego, es más fácil.

Ñapita: Los que están más contentos que indígena en minga bailando en Cali, son los del partido de la U; se les fueron Roy y Benedetti ¡¡Que gente tan de buenas!!

¿Quién se irá a encartar con esos cañengos?

[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]