Muy interesante resulta ser el cambio de concepción de la importancia de los trabajadores inmigrantes en USA, en plena pandemia en ese país. Ahora, cuando comienzan las cosechas en algunos Estados, Trump ha tenido que ordenar que cese la persecución y se permita, con simple carta del empleador, el tránsito de éstos; hasta hace 2 meses, perseguidos inmigrantes ilegales.
Al principio de este año se había dado la orden de no dar más de 35.000 visas para trabajadores temporales en EU. Esta semana se derogó la medida y se ordenó dar trámite rápido a ese tipo de solicitudes.
Los médicos, paramédicos, enfermeras y afines tienen casi visa automática.
Ahora, el gobierno que ha tenido como política la persecución de los inmigrantes, considerados como leprosos indeseables, los recibe con los brazos abiertos, para que vayan a trabajar allá. En California se estima que hay 400.000 trabajadores indocumentados; el 60% de la mano de obra campesina.
Paradojas de la vida: El muro de la infamia de Trump, es ahora pedido por los centroamericanos, para evitar contaminarse y, los norteamericanos, son los rechazados, de miedo a ser portadores del virus.
¡Cómo cambia la vida!