Qué cosa tan difícil es escribir en estos días, para no caer en la monotonía de hablar de la pandemia y del encierro.

Dedicarse a criticar al gobierno y pronosticar más desastres, que es lo que hacen algunos medios, no me parece pertinente y pienso que eso no es lo que los lectores quieren.

Así las cosas, susurrar es bien difícil; he pensado hacer pausa en mis comentarios y hacerlo solamente 1 ó 2 veces a la semana. Consultando con mi patrona, me contestó: «éste es el momento de la imaginación y ese ha sido tu fuerte. Póngase en eso, que tiene todo el tiempo.»

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Aquí estoy en eso. Lo primero que imaginé es lo que iré a comer en la Galería del Alameda, donde el español; el plato de empanadas en el zaguán de San Antonio; la lulada del obelisco; la causa de la flor de la canela; el ceviche de tajamares, hablando mal del Junior; el pandeyuca de la Montecarlo,………

Se me vino a la mente que iré al estadio a ver La Mechita , al almuerzo tertulia con mis amigos del grupo obelisco, y a una reunión familiar para abrazarlos a todos.
Pensé, que cuando nos normalicemos, apreciaremos más todo lo que nos da satisfacción espiritual y material.

En fin, la imaginación logró que escribiera algo. Los invito a que imaginen qué van a hacer cuando salgamos de esto; es divertido, satisfactorio y gratis.

«En la vida en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende». Calderón de la Barca.