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Mientras estamos dedicados al tema del Covid19, hay otras pandemias que se han agigantado; silenciosamente se están tomando el País.
La pandemia atávica de la corrupción se disparó con la necesidad de hacer compras para temas sanitarios y alimenticios. En todos los departamentos y municipios les llegó la lotería de los sobreprecios y del aprovechamiento particular de los que mandan.
Mientras el gobierno diariamente se dedica al tema del coronavirus, la delincuencia se está coronando en la nación.
La peste de la inseguridad volvió al campo, como en épocas que creíamos superadas; el secuestro de agricultores y ganaderos; la invasión de fincas, especialmente en el norte del Cauca y; el asesinato de líderes sociales y de trabajadores de fincas está en su cúspide.
Los enfrentamientos de los líderes indígenas con los líderes afro, por territorio, están aflorando peligrosamente en zonas de comunidades netamente afro, como Guachené.
El narcotráfico no ha cesado, han aprovechado la cuarentena para hacer sus fechoría; el robo de ganado se ha incrementado.
Cuando los gatos duermen las ratas se pasean.
Ojalá, cuando el gobierno se percate de que esto está sucediendo, no sea demasiado tarde. El miedo volvió al campo, en el momento en que más necesitamos al sector productor de alimentos.
Ñapa: Que vaina tener que escribir nuevamente de estas cosas; no falta sino que les pregunte qué saben de Aida, la que se voló de culimbis.
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