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Orlando Mina se ha ido para el más allá y, con él, su ceremoniosa simpatía y amistad.
Lo conocí desde muy joven, cuando estudiaba derecho, su padrino Armando Mosquera me lo definió como el futuro mejor dirigente de Pradera; no se equivocó. Orlando, sin duda, fue el referente político de Pradera en los últimos años.
Fue Alcalde y Diputado; Vicepresidente de la Asamblea Departamental; era un afiebrado por la politica y un apasionado defensor de los intereses sociales de su amada Pradera.
Por encima de sus aptitudes políticas estaba su gran don de gentes. De calidez humana incomparable y de una singular amabilidad; daba gusto encontrarse con él. Era Alegre, rumbero, respetuoso, buen y agradecido amigo.
Mi solidaridad con su familia en estos dolorosos momentos y a todo el pueblo de Pradera. Se ha ido un caballero de la política.
Allá debe estar con el Negro Mosquera, hablando de Pradera y burlándose de los «pálidos», como decían cuando los encontraba «conspirando» en las convenciones políticas de nuestro movimiento político.
¡Hasta pronto, compañero!
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