Por: Kico Becerra
Con preocupación observo que, muchos candidatos a la Alcaldía de Cali, por sus declaraciones y promesas, no tienen ni idea de la real situación de la ciudad que aspiran gobernar. Cali está en bancarrota, a punto de tener que declararse insolvente. No ha podido implementar la ley que la metió en el embeleco de ser Distrito Especial, por falta de capacidad económica para nombrar los cargos que eso implica.
Si se obligara a transformar los contratos actuales, en contratos laborales permanentes, como lo ha dicho el gobierno Petro, entraría inmediatamente en insolvencia.
El MIO es un cadáver que lo mantienen respirando, por los 250 mil usuarios que hoy transporta. No tiene otra salida que, renegociar el contrato con los operadores y éstos no lo van a renegociar, porque saben que, manteniendo el contrato vigente ganan por punta y punta; por la plata que se les paga ahora y, por las demandas que se ganan siempre, debido a ese contrato mal planeado, desde su inicio. Mantener el MIO como está es perfumar un muerto.
EMCALI está, hace rato, lista para otra intervención. Es caótico lo que está pasando ahí; nadie puede administrar esa entidad saqueada por políticos y algunos sindicalistas.
Las demandas contra el municipio son ganadas casi siempre, hoy tiene embolatado cerca de un billón de pesos en procesos.
La capacidad de endeudamiento está copada; las dos últimas administraciones recibieron un billón de pesos de préstamos bancarios.
Además de lo anterior, el desorden administrativo, la falta de autoridad y la inseguridad; su situación económica exige una gerencia con liderazgo y un plan decenal, mínimo de una, para solventar las finanzas.
Equivocarnos en la escogencia del gerente de la ciudad nos enterrará por décadas. Hay que hacer un Acuerdo Político Ciudadano, para comprometernos como mínimo durante 3 administraciones, en un austero y efectivo plan de salvación económica y social del Municipio.
Aquí no cabe la demagogia y las promesas politiqueras; para salir de esta olla hay que decirles a los electores, la verdad; estamos llevados del putas. Para salir de ahí debemos recuperar la confianza de los ciudadanos, para que vean que, los pocos recursos que se reciben, no se los roban.
Será un suicidio elegir a alguien sobre quien existan dudas, sobre su transparencia y honorabilidad.
Ñapa: hacía años no se sentía el alivio colectivo que ha producido la reacción de los partidos Conservador y de la U, frente a la echada que les dio Petro, del gobierno. Aunque algunos piensen que van a votar todo al menudeo, creo que el respaldo que están sintiendo de sus seguidores, los llevará a no aprobar las reformas como las presentó el gobierno.