Se cayó el General Sanabria director de la Policía. Estaba haciendo un exorcismo para sacar el diablo del gobierno y, como sabe más el diablo por viejo que por diablo, Petro lo sacó. El General andaba con ese crucifijo evitando el SIDA y diciendo que el gobierno estuvo secuestrado en un cerco de la banda delincuencial llamada Guardia Social y con eso marcó calavera; para afuera, dijo Mefistófeles, por boca de Petro.
De paso, también se cayó la generala Jacky Navarro, por estar acolitando a Sanabria en la sacada del demonio. Berraquera la del gobierno al meterse con las generalas, teniendo en cuenta que, en cada casa del país hay una generala disponiendo y mandando.
Se cayó al suelo el Alcalde del Darién, en medio de una borrachera, donde le dio por empelotarse; acto impúdico, teniendo en cuenta la barrigota del personaje y el micro tamaño del resto. Para justificar su embriaguez dijo que le habían dado escopolamina y se internó en una clínica. Mala disculpa y por eso lo van a tumbar, por pendejo. Hubiera hecho lo que hace Petro cada vez que se emborracha, simplemente se desaparece y dice que tenía daño de estómago.
Se cayó el dólar por culpa del descenso de la inflación y de la crisis bancaria gringa; de paso jode a los pocos exportadores nacionales; claro que mejoran los precios de los artículos importados que se han duplicado y triplicado.
Se cayó la reforma política y tambalea la de salud que, está flotando todavía por ser de Corcho.
Se cayó la teoría de que la reforma laboral era para crear empleo. La ministra aclaró que no era para dar más empleos, su objetivo es favorecer a los sindicatos y a quienes tienen empleo; que se atornillen sin ningún compromiso con las empresas y sus empleos; sin Dios ni ley; y los desempleados que se jodan.
Se sigue cayendo el alcalde de Cali; ya está embargado por la Contraloría; sigue más caído que pájaro de jubilado.
Ñapa: Al caerse la candidatura de Tulio Gómez a la Alcaldía, surgió una nueva: La de Arroyabito, el hijo de Arroyabe; otro más al ruedo.