¡Que semana! La que acaba de pasar:
Auto manifestación del gobierno para apoyarse y, tratar así, de mejorar su propia imagen, financiada con dineros públicos y que, no le salió como esperábamos.
Revelación de documentos que siguen involucrando la campaña Petro con dineros del narcotráfico y, entrega en USA del piloto de esa campaña, aceptando ser traficante de estupefacientes.
Revelación de las confesiones del «hijo no criado» de Petro, en las que afirma que su padre sí sabía de la entrada de dineros oscuros a su campaña.
Apoyo de Petro a los candidatos inhabilitados por el Consejo Nacional Electoral, entre ellos, al conocido y condenado narcotraficante, conocido como el «hombre Malboro» que, fue uno de los que financió su campaña presidencial.
Manifestación pública presidida por Petro, en localidad de Bogotá, para apoyar descaradamente a su candidato y cómplice Gustavo Bolívar, alias «el guionista».
Toma violenta de las instalaciones de la revista Semana, por parte de la guardia indígena, después de una reunión sostenida en el Ministerio del Interior; invasión justificada según la Ministra del trabajo.
Dura notificación al gobierno, por parte de alias «mordisco», jefe de las disidencias de las FARC, notificando que, con ellos, la negociación de Paz Total es distinta y que, deben recibir más beneficios que los dados por Santos a sus antiguos jefes; amén de que continuarán hasta el 8 de octubre poniendo carros bombas.
Nicolás, el hijo del Presidente, acusa abiertamente a «la Zarina» Doña Vero y a la «preferida» Laura, de ser receptoras de dineros de contratistas. A la ungida Laura Sarabia la acusa abiertamente de corrupta.
Ñapa: A los Vallecaucanos, especialmente a los Caleños, nos produce algo de alivio cínico, el hecho de que, en Bogotá se sienta lo que son las guardias indígenas. Nosotros padecemos las mingas del CRIC cada mes y soportamos sus desmanes, sin que haya autoridad alguna que los controle. Mejor dicho, solo hay autoridades y funcionarios que las protegen. Los demás ciudadanos debemos escondernos, hasta que quieran irse a sus inmensos resguardos, a cuidar sus cultivos ancestrales.
Ñaputa: Sigue la barbarie en Tuluá, asesinaron un parapentista porque, desde el aire, le hacía publicidad a un candidato a la Alcaldía. La banda conocida como «la oficina» se atribuye el crimen.