El 5 de junio del 2023, hace 7 meses, el Canciller de Colombia Álvaro Leyva, dijo textualmente:

“Me parece muy gracioso, en medio de todo el movimiento de noticias, es decir, a Benedetti cómo se le puede creer, es que es increíble. Él mismo dice ‘yo soy un drogadicto’. Pónganse ustedes a pensar, ¿a ustedes les parece una buena fuente?”

Ahora, nuestro Canciller anunció que nombraba al mismo drogadicto como Embajador ante la FA0.

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No es un invento de la oposición, ni de la prensa, ni es producto de una conspiración blanda contra Petro; es un nombramiento hecho con la firma del Canciller y del presidente.

Surgen algunas preguntas respecto a cuándo mintió el Canciller, aún en funciones, a pesar de la suspensión de su cargo por parte de la Procuraduría, cuando afirmó que era un drogadicto sin credibilidad o ahora que lo nombra como excelentísimo embajador en Roma, donde es la sede de la FAO.

¿Qué se puede esperar de un gobierno que nombra a un embajador drogadicto? ¿Qué se puede decir de un gobierno que nombra a un personaje que dice que si cuenta lo que sabe se jode en todo el gobierno?

No sobra recordar las famosas grabaciones del nuevo embajador Benedetti, cuando le decía a la plenipotenciaria Laura Saravia: «Si el problema es que soy drogadicto, por qué su jefe (Petro) sigue ahí haciendo un culo».

Quien acusa al presidente de no hacer un culo y de meter cocaína es ahora nombrado embajador; cosa inverosímil que solo sucede en Locombia.

¿Será que esto tendrá que ver con que Benedetti tiene doble nacionalidad, italiana y colombiana e, Italia no tiene extradición para sus nacionales? De esta manera, si llega a ser condenado aquí, él se puede quedar para siempre allá; uno que es malicioso supone esas cosas.

Ñapa: Donde voy, yo percibo más descontento con el gobierno, pero, desde que Petro empezó a contratar su encuesta, el gobierno tiene más aceptación. Hagan sus encuestas y me cuentan para saber quién está equivocado.