Innegablemente, muy buena fue la marcha de protesta contra los dueños del poder, encabezados por Petro y la sabrosa Francia. Ellos son los que están acabando con el país y han entregado a los narcoterroristas y demás bandidos, la mitad del territorio nacional, sumiendo esas zonas en territorios sin gobierno, distinto a los jefes de esos bandidos.
Esta marcha fue primero contra el jefe de las fuerzas Armadas que se llama Gustavo Petro, quien dio la orden a la tropa de no atacar a los narcobandidos y, de esta manera, tener la inseguridad en niveles, hace muchos años, no vistos.
Fue una movilización contra este pésimo gobierno que, lleva 2 años sin entender que no son oposición sino gobierno. Una protesta contra el exterminio de la salud que, desde el primer día del gobierno Petro, se propuso destruir.
No necesitaba reforma alguna si lo que quería era hacer giros directos a las IPS; prueba de eso es lo acaba de hacer, sin ley alguna. Lo que quería era quebrar las EPS que funcionaban, para manejar a su antojo el dinero de la salud y nacionalizarlo, para que sea manejado por burocracia oficial nombrada por él.
Es un rechazo a los escándalos del hijo del presidente, a los carrotanques de La Guajira, al abusivo hermano de Petro, a los gastos estridentes de la señora Verónica, a la financiación tramposa de la campaña a la presidencia, de los contratos con narcos, dueños de aviones que utilizó en campaña, al boato de la sabrosa Francia, al uso desvergonzado de mermelada a los congresistas, para comprar sus votos, al aumento de la gasolina y del diésel, a la pérdida de 30 mil empleos en las petroleras por culpa de su odio al petróleo (eso dice el sindicato de la USO), al incumplimiento de promesas hechas a los indígenas hace 2 años, a los viajes quincenales al exterior para hablar babosadas cósmicas, a la ridiculez de no haber dicho claramente que se está implantando cabello y por eso usa gorra de albañil, a sus reiterados incumplimientos en actos oficiales por estar tomando café blanco en polvo, al decreto de día cívico del día de su cumpleaños, a los pagos hechos por la SAE de los gastos de transporte y viáticos de indígenas para que asistan a las manifestaciones convocadas por el gobierno y la ineptitud de sus ministros; en fin, al desgobierno vigente.
Fue además una protesta contra los abusos de las superintendencias que están dedicadas a chantajear a los empresarios y a la lentitud en la titulación de tierras incautadas para los campesinos; amén de hacerle saber a Petro que, no siga prometiendo maricadas como trenes elevados de Buenaventura a Barranquilla y que empiece siquiera una obra, de todas las prometidas.
El pueblo pregunta: ¿Cuántas universidades de las prometidas ha iniciado su construcción? ¿Cuántos estudiantes gratis entraron a la universidad este semestre? (no llegan a 12 mil de los 400 mil que prometió); ¿qué metros de líneas nuevas de ferrocarril ha adjudicado? ¿quién va a pagar las demandas que pondrán los de los pasaportes?
Ñapa: Que no se equivoque Petro pensando que no entendimos aquello de que debemos agradecer que las marchas fueron pacíficas, gracias a él. Claro que sabemos que él maneja los encapuchados que usan en las marchas para destruir y matar gente y, los ha tenido guardados hasta ahora. No dudamos que, cuando quiera, los saca nuevamente, mucho más ahora que no hay quién los controle.
Ñapita: El arrogante mensaje, despreciando las 250.000 personas que, según él salieron a marchar pidiendo “fuera Petro”, demuestra lo enloquecido que está con el poder. Ya prometió gastar todo el dinero público para mover gente a Bogotá el 1 de mayo; veremos las caravanas pagadas de indígenas y funcionarios del régimen, camino a Bogotá.
¿Alguien vio ayer un bus contratado para la marcha contra los dueños del poder?
Esa es la diferencia: Los que saldrán el primero de mayo serán pagados, los de ayer fueron espontáneos.
Ñaputa: Si el reyezuelo Petro reconoce que fueron 250.000 personas las que marcharon contra él, ¿cuántos creen ustedes fueron los que en realidad asistieron?