Con el conocimiento que me da el haber participado en la comisión que, el entonces presidente César Gaviria creó para hablar con los militares, al nombrar el primer ministro de defensa civil en muchos años, me atrevo a dar mi opinión sobre el caso Zapateiro Vs. Petro.
En primer lugar, la razón fundamental de tener Ministro de Defensa civil es para que asuma la responsabilidad política de las funciones de su ministerio. Vale la pena recordar que, el ministro de defensa no ejerce MANDO militar; esta función es exclusiva del Presidente y de la alta oficialidad.
Quién debe salir a controvertir los temas políticos es el ministro, no el comandante del ejército; de esta manera se evita el controvertido tema de la deliberación política de la fuerza armada.
El artículo 219 de la Constitución que dice: «La Fuerza Pública no es deliberante; no podrá reunirse sino por orden de autoridad legítima, ni dirigir peticiones, EXCEPTO sobre asuntos que se relacionen con el servicio y la moralidad del respectivo cuerpo y con arreglo a la ley».
Frente a dos verdades inocultables como las que todo el País vio a Petro recibiendo dinero en chuspas y que, ha habido Generales vinculados con narcos, el asunto se reduce a saber quién podía decir PÚBLICAMENTE eso, sin violar las normas.
Petro dijo que había Generales recibiendo dinero del «clan del golfo» y Zapateiro le dijo a Petro «no ha visto Generales recibiendo dinero en bolsas de basura y, a usted sí» (casi textualmente). ¿Podía Petro, siendo Senador, por tanto, funcionario público, decir eso sin denunciarlos con nombre propio, sin cometer delito? ¿Podía Zapateiro, sin violar el artículo 219 de la CN, decir que a Petro lo había visto todo el País recibiendo plata en bolsas?
Zapateiro se ampara en el EXCEPTO del artículo 219 de la CN y afirma que, para defender la moralidad de las Fuerzas Armadas, ante las acusaciones generalizadas de Petro, contestó contundentemente al Senador Candidato.
Petro afirma que no ha generalizado con los Generales y que todos saben quiénes son.
Este bochinche que, parece intrascendente es fundamental puesto que, el tema de la no deliberación política de las fuerzas armadas, es esencial para la democracia.
Sin duda se equivocó el General Zapateiro, no sin razón, por la generalización de la acusación de Petro, sino porque lo que dijo lo hubiese podido decir el ministro de defensa y no él; por eso, creo que tendrá su sanción disciplinaria. Esto lo convertirá, cuando salga en pocos meses del Ejército, en una figura pública trascendente, se acordarán de mí.
Petro protegido con el teflón que antes tenía Uribe, no tendrá ninguna sanción, pero, si llega a ser presidente, le va a costar muy caro este desafuero con la oficialidad; también se acordarán de este susurrero.
Ñapa: Valió la pena el Proceso de Paz simplemente por escuchar las confesiones y arrepentimientos de los militares vinculados a los llamados falsos positivos; ojalá sirva para que jamás vuelvan a suceder estos horripilantes y vergonzosos hechos.