Hay muchos oficios y profesiones que han ido desapareciendo por obra de la era digital; un buen ejemplo es el de los carteros.

Voy a referirme a una actividad que, asustada frente a la realidad de estar perdiendo el protagonismo, se ha venido degradando de manera tristemente vertiginosa: el periodismo.

Nadie pone en duda que, las llamadas redes sociales desplazaron a los periódicos escritos, las revistas y similares; inclusive la Tv, cuyos noticieros ya no influyen y, son cada vez menos vistos. Los famosos, hasta hace pocos años, noticieros de la radio cada vez tienen menos sintonía.

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Realidad incuestionable, como lo demuestran las últimas encuestas sobre el tema; de ahí la quiebra y desaparición de grandes medios de la prensa escrita y, de radio y Tv.

Pienso que, desesperado por esto, el periodismo está cayendo tan bajo; da vergüenza el manejo de algunos medios entregados por completo a la causa política de sus candidatos, dedicados a distorsionar las noticias, para hacerle daño a los contrincantes.

La entrevista de un medio tan tradicional como RCN al candidato Rodolfo Hernández, donde le mostraban la foto de su hija asesinada por la guerrilla, acompañada de preguntas amarillistas, es una muestra preclara de esta decadencia.

La Vicky Semana es la mayor demostración de que los odios personales pueden acabar con los periodistas; abyecta al Uribismo y su odio a Santos, esa otrora buena periodista, terminó en la verdulería periodística.

Coronell Cambio, en su venganza contra Uribe, ha caído en la repetición de la repetidera. Quienes entusiastas esperábamos un medio objetivo, ya sentimos desánimo con esa esperada publicación.

El amarillismo extremo de los noticieros de tv del mediodía, produce náuseas. Sólo violaciones, violencia intrafamiliar, robos y asesinatos. Son un verdadero culto a la sangre y a la degradación humana.

Del periodismo regional y municipal solo se puede decir que su dependencia total a la pauta publicitaria oficial, hizo que perdiera totalmente su credibilidad y, por tanto, su audiencia; se convirtieron en el medio para exaltar la egolatría de quienes se autocalifican periodistas solo para elogiar a los funcionarios públicos territoriales

El periodismo está moribundo en espera de un milagro; Juan Gossaín lo llama decadente; lo más grave es que, en este momento de la historia del País, requerimos de verdaderos periodistas.

Ñapa: lo del fallo de la Corte Constitucional sobre la pesca deportiva es una verdadera ridiculez; unas gilipolleces, dirían los españoles. Sólo servirá para corromper a las autoridades locales que deban controlar ese esperpento.

No hay país del mundo en que sea prohibida la pesca deportiva; entre otras cosas, porque es la menos depredadora de peces; el 80% vuelve al agua.