He sido toda mi vida amante del huevo, en todas sus formas y acepciones gramaticales y erótico conceptuales. Dos huevos fritos sobre una cama de arroz y un plátano maduro, son mi plato preferido; además, el único que sé preparar.

De la cocina ibérica, los llamados huevos estrellados que preparan en España que, son unos huevos fritos con patatas (papas), son un manjar; carísimo, por cierto. Si se les colocan unos trozos de jamón curado, sin duda mejoran (reconozco que, gracias al air fryer, también los sé preparar).

Huevo duro (pedo seguro), es fundamental para los paseos, ensaladas, arroz atollado y gran variedad de platos típicos nuestros. Criminalmente los incluyen en empanadas y tamales; merecen excomunión quienes profesan y practican este anatema.

Anuncio

Los huevos poché o escalfados (no confundir con los dolorosos huevos escaldados), son una delicatessen francesa, servida sobre tostadas rociadas con aceite de olivas.

Del otro huevo también soy amante, aunque la edad me ha separado de su frecuencia. La vejez, mis queridos lectores, no llega sola y el huevo duro es cada vez más escaso, por temas de salud.

Como experto en huevo, quiero hablar de los maravillosos huevos alemanes de Francia, que ella los importa mágicamente, a pesar de estar en el Sisbén; debo defenderla a capa y espada. Los huevos a la alemana, son deliciosos, van acompañados de salchicha vienesa, rociados con perejil, mantequilla, una cucharada de harina de trigo, dos de leche, 3 cucharaditas de mostaza y una pizca de pimienta. Francia, es de las mías: Le gusta el huevo alemán (los puede también preparar con huevos criollos que, comemos el 99.99% de los colombianos del común).

Ñapa: La cocaína negra de Petro está revolucionando el mercado de los narcóticos del mundo. Los habitantes del Cesar y la Guajira están de plácemes, al saber que, el carbón es igual que la cocaína; ya se empiezan a ver, en algunas fiestas; las ahora famosas ñatas negras.

¡Qué maravilla es la política colombiana!

Ñapita: Chuzaron al flaco Fico con un balasto de tubo fluorescente, grande, negro y cuadrado (que dolor); hecho casi imposible, pero, en este país chuzan a cualquiera, ni los flacos culichupados se salvan.

Ñaputa: Ya sé que los fanáticos me van a madrear y decir todo tipo de improperios; lástima que ya perdieron hasta el sentido del humor. De todas formas, gracias por leerme; se les quiere así.