“Incertidumbre” es la palabra que mejor describe el actual momento en Colombia, debido a las elecciones del próximo domingo.
Todo parece indicar que habrá un resultado apretado y eso causa más inquietud, por los anuncios hechos por la campaña Petro, en el sentido de que hará movilizaciones para desconocer el resultado. Este chantaje inaceptable, pero, característico del talante de su líder, heredado por su hija, por cierto, produce perplejidad y rechazo de una buena parte de los ciudadanos.
Si ganan las elecciones, son limpias; si pierden, fueron fraudulentas. Hace pocos días que, ganaron en primera vuelta, aplaudieron a la Registraduría; si les va mal el domingo, las rechazarán. Lindo así: Con cara gano y con sello pierden.
No comparto el dicho de que estas elecciones son las más cruciales de los últimos años; todas las elecciones son cruciales. Ésta, por ser entre dos personajes tan singulares, puede ser más expectante debido a que, Petro anuncia que se retira de la política si pierde y Rodolfo no tiene ninguna estructura política, distinta al apoyo popular a su lucha contra los políticos de siempre.
Asumo que, el lunes, después de las elecciones, el país continúa y debemos levantarnos a trabajar, para conseguir sustento. Unos más contentos por el resultado, pero, continuarán con sus labores cotidianas. Las obligaciones y deberes no cambiarán con el resultado electoral. Si llega a ganar Petro seguramente subirá el valor del dólar, lo demás continuará igual, durante varios meses.
Quienes tienen miedo por el triunfo de la camarilla del petrismo, en lugar de estar anunciando sus temores, deberían dedicarse estos días a conseguir apoyos para Rodolfo. Si creen que esos voticos saldrán por arte de magia el domingo, les garantizo que, además de miedo, van a estar muy arrepentidos, por no haber hecho nada al respecto.
Siempre he respetado a quienes apoyan candidato distinto al que yo voto; nunca emito ningún oprobio en su contra. Mis comentarios punitivos sobre los candidatos, nunca incluyen a los que votan por ellos. Por más que hirsutos malquerientes me ultrajen por mis opiniones, siempre les agradeceré que me lean y no devuelvo sus agravios.
Rompiendo mi tradición de no decir por quién votaré, esta vez anunció públicamente mi voto por Rodolfo y mi paisana Marelén Castillo, porque considero le harán menos daño a la recuperación de la economía y a la concordia interna. Mi conocimiento de los procederes personales de Petro nunca me permitirá votar por él; como nunca voté por Santos.
Si gana Petro, acato el resultado; no creo que se acabará el País; no me iré nunca de ésta, mi tierra, y defenderé, hasta que pueda, las instituciones democráticas. Respeto a quienes quieren votar en blanco, es una opción democrática, aunque les pediría replantearán su decisión y votaran por quien consideren un mal menor.
Hago un llamado a los indecisos y abstencionistas para que nos acompañen con su voto por Rodolfo y la vallecaucana Marelén; no votar en esta oportunidad es una muy mala opción.
Ñapa: Canalla la campaña contra Rodolfo diciendo que, si no pagó por el rescate de su hija secuestrada, no haría nada por el pueblo; esa repudiable bellaquería les va a costar votos.
