«Escondan al bobo que llegó visita», se gritaba en el siglo pasado en algunos hogares de Buga.
Ahora se cambia el alarido y dice: «Escondan a Piedad, Roy, Benedetti, Prada, Francia, Timochenco, Samper, Hommes, Jorge Iván, Claudia, a mi hermano y a mi hija; que nos quita votos el viejito»
Una campaña dedicada a esconder más que mostrar ha sido la de Petro; amén, de jurar ante notario que no hará lo que ha dicho y prometido durante los últimos 20 años.
Si había alguna duda sobre el talante del posible supuesto gobierno de Petro, con la declaración de la nueva delfín de la esa casta política, no queda duda: Si no ganan acaban con el País. Colombia, sin esa nueva dinastía, no tiene derecho a existir.
Amenazados con incendiar la Nación, si no se vota por Petro y, con no aceptar el resultado de las urnas, si les es desfavorable, debemos salir a votar este domingo. ¿Nos dejamos asustar o les demostramos que despreciamos su chantaje?. Así de sencillo es el asunto.
Los demócratas que respetamos los resultados; que no amenazamos a quienes no coinciden con nuestro pensamiento; que rechazamos el asesinato de cualquier líder, aunque no estemos de acuerdo con sus ideales; que no dejaremos nuestra Patria, gane quien gane; que vemos horrorizados el uso político del dolor por secuestro y desaparición de la hija del ingeniero Rodolfo; que nos aterra el asesinato del líder indígena Jesús Antonio Montaña Tumina, por haber denunciado que los estaban obligando a votar por Petro; vamos, silenciosamente con nuestro voto, a tratar de desmontar este régimen de terror que nos quieren imponer.
¿Nos vamos a dejar imponer por las amenazas este nuevo sistema de gobierno o, con nuestro voto, vamos a rechazar esta ignominia con que nos están amenazando? Esa simplemente es la cuestión.
No votaremos por Rodolfo porque sea el mejor; votaremos por él para demostrar que no somos un país que se deja amedrentar por los facinerosos.
Muchos días tuve la duda si debía votar en blanco, ya que por Petro, por conocerlo mucho, nunca podría votar. Me decidí por el ingeniero, cuando vi la bellaquería, la bajeza y la ruindad de la campaña petrista. ¿Si eso es ahora, cómo será en el poder?
Ñapa: Acato el resultado de las urnas, sea cual fuere. No ofenderé jamás a quien vote en contra de mis ideales y nunca renunciaré, mientras pueda, a mi derecho a opinar libremente, cueste lo que cueste.
Ñapita: Ahora van a tener que esconder también a la posible primera dama, quien acusa a todas las periodistas de putas, que se acuestan con los dueños de los medios para ascender.
¿Qué dirán de esto las periodistas petristas? La única que por obvias razones no protestará será María Jimena Duzán. Hasta allá no llegaría nadie.
