«Calma en el amor y serenidad en el combate», repetía con frecuencia mi padre.
Hoy más que nunca debemos actuar así; agregaría otra máxima económica: «No haga negocios influido por la pasión, el odio o el miedo».
Aquí, hasta ahora, no ha pasado nada distinto a elegir un presidente que está rodeado por todo el establecimiento político y una parte del económico. Sus promesas son de campaña y, por lo general, una cosa es la campaña y otra es el gobierno. No olviden a Santos con los impuestos; Petro está rodeado de los ministros de ese gobierno.
Hay un 50% del país feliz y un 50% preocupado; es una buena media. Los indicadores económicos son bastante buenos y continuarán así, por lo menos el resto del año.
Escribo hoy para los empresarios y emprendedores preocupados, sugiriéndoles calma y que esperen más señales, antes de tomar decisiones. En las reformas tributaria y de las pensiones, se sabrá si deben pensar en sacar dinero del país o si, por el contrario, hay que continuar con fe en la Nación. Lo que sí debe empezar a hacer es en salir de las acciones de ECOPETROL, si las tiene. Esa empresa va rumbo a desaparecer; lo mismo, si tienen acciones del Grupo AVAL. Para nadie es un secreto el odio del nuevo presidente contra ese grupo financiero. En síntesis: Nada de inversión en Petróleo y minería, ni en deuda pública colombiana. Si tienen acciones aprovechen la baja de las acciones en tecnología a nivel mundial y pase las nacionales a ese tipo de acciones. Ojo: No se endeude; pague sus deudas o los intereses se lo tragan. Piense bien la creación de nuevas empresas, si no son exportadoras y pueden vender sus productos en dólares.
Los colombianos del común que votaron contra Petro, deben estar tranquilos, por lo menos un año. Antes no se sentirá nada contrario a las instituciones y, los peligros anunciados, pueden terminar siendo infundados. Se deben dejar pasar los días y que el gobierno se posesione y empiece a actuar; no coma cuento. Este es un País de Instituciones y esto es un simple cambio de gobierno y no la destrucción nacional.
Para los felices, porque votaron por Petro, les recomiendo sigan celebrando y denle tiempo al gobierno. Los empleos, las casas, las becas, los subsidios, las fincas y la exterminación de la violencia no se harán de un día para otro; ese es un proceso; Petro no es mago; es un político.
Ñapa: Es el momento de dejar de seguir ahondando en el odio y la polarización. Dejemos de hablar de fraudes electorales; se perdió y punto. Si quiere ser oposición, espere los actos de gobierno; oponerse por oponerse es absurdo.
Ñapita: Grave lo denunciado por Diana Rojas “la caleñísima» del robo de 90 mil millones de pesos que quieren hacer en Cali.
¿Dónde están los entes de control?