Decorar las figuras del Alumbrado Navideño es un proceso manual, minucioso y creativo. En esta labor, trabajan cerca de 100 madres cabeza de familia, que ponen todo su talento para transformar estructuras de hierro en coloridas obras de arte. 

Una de estas artesanas es Janeth Guilombo, quien tiene 48 años de edad y desde hace 14 elabora las figuras para este evento de ciudad. Su taller, ubicado en el barrio Obrero, es un espacio lleno de telas brillantes y maleables que usa para forrar las estructuras de las flores que tendrá este año el Alumbrado Navideño. 

“Según las figuras, así mismo se visten. Deben quedar bien templaditas y sin arrugas. Hay que tener en cuenta que la tela no se vaya a untar de pegamento ni de pintura, y que quede todo bien estirado”, explicó.

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Después, viene el proceso de perfilado, que consiste en pegarles mangueras plásticas a las figuras para resaltar cada detalle. Con ellas bordea cuidadosamente cada pétalo de las flores que está decorando. Las mangueras, dice Janeth, son la “magia” que permite que las figuras alumbren, que se vean alegres y que tengan “vida propia”. 

“Luego de perfilarlas, se hacen las conexiones para que les llegue la energía y, finalmente, se forran con un plástico para que no se dañen cuando se vayan a trasladar al sitio de montaje”, dice.

Janeth es madre de tres hijos, un joven de 19 y dos mujeres de 14 y 25 años, a quienes gracias a su arte ha podido sacar adelante: “Hoy en día, después de los 35 o 40 años ¿a dónde le dan trabajo a uno así para todo piden experiencia laboral? En cambio, aquí no, aquí entramos sin saber nada, a mí me enseñaron aquí y, en la medida en que van entrando otras mujeres, nosotras les vamos enseñando”, cuenta Janeth. 

Esa vocación de enseñanza también la comparte Sandra Salinas, quien tiene 48 años y es una de las artesanas más antiguas del Alumbrado Navideño, un evento en el que trabaja desde hace 14 años elaborando las figuras que engalanan algunos de los lugares más emblemáticos de la Sucursal del Cielo.

Por estos días, como cada año, su taller se convierte en su segundo hogar. Allí, junto con Janeth, trabaja arduamente desde las 7:30 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde, o hasta la hora que tenga que hacerlo, dependiendo “de lo que haya que sacar”. 

“De verdad que vivo muy agradecida porque tengo la oportunidad de laborar aquí. Nosotras somos mujeres que tenemos cierta edad entonces, en cualquier empresa no te reciben. Además, tengo una hija de 18 años, a la que he podido pagarle el estudio gracias a mi trabajo”, expresa sonriente. 

Janeth y Sandra son mujeres esforzadas y sus obras de arte se podrán apreciar en el Alumbrado Navideño, un evento de ciudad que encenderá sus luces el próximo 7 diciembre y que llenará a Cali de ¡luz y alegría!