Deporte es una palabra de apenas siete letras, pero cuyo poder es incalculable. Su espíritu transformador, la unión que siempre irradia, el esfuerzo como principio de vida y la disciplina que nunca lo abandona, son apenas algunos de los cimientos que hacen de la actividad del músculo algo incomparable. ¡Gracias, Eje Cafetero!
Tras 15 días de intensidad deportiva, grandes emociones y una completa exhibición de habilidades atléticas, trabajo en equipo, unión, compañerismo, camaradería y paz, Manizales despidió este sábado los XXII Juegos Deportivos Nacionales Eje Cafetero 2023, el evento multideportivo más importante del país y que se desarrolló con éxito en cada una de sus sedes y subsedes.
La Plaza de Bolívar, centro de la capital caldense, fue el epicentro donde, en una emotiva y diversa ceremonia, todas las delegaciones presentes y los voluntarios celebraron el desarrollo de las máximas competencias nacionales, cuyo podio final lo conformaron Valle del Cauca, Antioquia y Bogotá D.C.
El acto de cierre contó con muestras culturales y artísticas por parte de la Escuela de Circo Social Xingú, así como ciudadanos de la región cafetera, mientras que el central corrió por cuenta de la reconocida banda colombiana, Pasabordo, que puso a bailar y cantar a todos los presentes, en una clara muestra del poder transformador de la música y el deporte, como vehículos de unión.
El ministro (E) del Deporte, Camilo Iguarán, quien lideró el acto de clausura, junto con el alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín; y el gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez, agradeció a los 7.889 atletas y 1.700 voluntarios, que, con su espíritu indomable y su corazón de oro, le dieron brillo y gloria a los XXII Juegos Nacionales. «Gracias por ser ejemplo para el país. Su entrega ha sido inspiradora y ejemplo de la grandeza deportiva», destacó.
«Los XXII Juegos Deportivos Nacionales no solo han sido una sana competencia atlética, también han estrechado mucho más los lazos entre nuestras comunidades. La fraternidad, el respeto, el juego limpio y la amistad son apenas algunos de los tantos valores que hemos palpitado durante estas dos semanas. Y es, de por sí, un legado de hermandad, que se suma al ambiental con estos Juegos verdes», agregó el alto funcionario.
Por su parte, el mandatario manizaleño destacó que la resiliencia, el deporte y la paz representan el trabajo de toda la región cafetera para sacar adelante los Juegos Nacionales. «Estas palabras las llevaron atletas y voluntarios, que son el legado de estos Juegos Verdes, que dejaron 2000 árboles sembrados».
Así las cosas, Manizales, Pereira y Armenia -como sedes- y Bogotá, Buenaventura, Cali, Calima El Darién, Chinchiná y Nilo -como subsedes- cerraron el telón de los XXII Juegos Nacionales y abrieron, desde ya, la puerta a los VI Juegos Paranacionales, un evento en el que se darán cita los mejores para atletas del país, quienes competirán durante nueve días, del 2 al 10 de diciembre, demostrando que el corazón no tiene límites, cuando la mente y el cuerpo se unen para superar cualquier obstáculo y cumplir los sueños y anhelos del alma.
Deporte es una palabra de apenas siete letras, pero cuyo poder es incalculable. Su espíritu transformador, la unión que siempre irradia, el esfuerzo como principio de vida y la disciplina que nunca lo abandona, son apenas algunos de los cimientos que hacen de la actividad del músculo algo incomparable. Como también lo es la fiesta en torno a ella que se cumple cada cuatro años en Colombia. ¡Gracias, Eje Cafetero!