La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisco Toro, ha tomado medidas desde el inicio de su mandato para abordar la inseguridad en el departamento, buscando recuperar el control territorial y brindar presencia institucional. La estrategia incluye consejos de seguridad en diversas áreas, como el Área Metropolitana de Cali, Jamundí, Candelaria, Yumbo, Tuluá, Buenaventura, Cartago, Roldanillo, Palmira, Dagua, La Cumbre y Buga.
Enfocándose en la seguridad ciudadana, el gobierno destina recursos y colabora con alcaldes y organismos de seguridad para combatir homicidios, extorsiones, hurtos y microtráfico. Se asignaron $36.000 millones de la Tasa de Seguridad para fortalecer las comunicaciones y se estableció un comando antiextorsión, especialmente para Tuluá y Buga, con participación de la Fiscalía, Policía y Ejército. Además, se gestionó la llegada de 500 patrulleros, de los cuales 300 están en Cali y 200 refuerzan municipios afectados.
Ante amenazas a líderes locales, la gobernadora solicitó refuerzos de seguridad al gobierno nacional, logrando la llegada de 60 unidades de las Fuerzas Especiales Urbanas para Tuluá. Se implementó la línea 107 para denuncias y se fortalecieron las bolsas de recompensa. También se pidió al Ministro de Defensa neutralizar a delincuentes que extorsionan desde cárceles.
En cuanto a la seguridad rural, Dilian Francisca Toro aborda el accionar de grupos armados y narcotráfico en los corredores fronterizos con otros departamentos. Se propuso un piloto de seguridad integral con inversión social en el norte del Cauca y Jamundí. La gobernadora busca recuperar los batallones de Alta Montaña y implementar caravanas institucionales para llegar a territorios con seguridad integral e inversión social en áreas clave como Tuluá, Buenaventura, Cali, Cartago y La Unión.