Vistiendo un short, con una camisa y lentes oscuros, prendas de ropa que no usa habitualmente en su natal Bogotá, Patricia Caballero, junto a su hermano Luis Eduardo y su cuñada, agitaban el pañuelo al ritmo del bunde chocoano en el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez.
“Es mi primera vez, me he sentido espectacular. El sábado 13 vine por primera vez, pero ya no me pude resistir. Aquí estoy bailando, probando la comida, me encanta Cali, la gente. Aquí en la tarima de ‘Cali Afro’ hay un profesor de baile y uno puede bailar. Creo que el baile está en el alma; yo escucho tambores y uff, puede que no sepa mucho, pero me muevo y con alegría”, describe la visitante capitalina.
Patricia fue recibida por la capital vallecaucana con el sol abrasador, la inigualable brisa del Pacífico y los sonidos, sabores e identidad afro del suroccidente colombiano, que se ha gozado durante todo este fin de semana.
“Vine con mi hermano. Él vive aquí y nos hemos reencontrado después de mucho tiempo aquí en el Petronio mágico. Saber que este Festival no era presencial fue un impacto fuerte; no pude creerlo. El sábado estaba que no creía, o sea, agradecida con Dios, con las estrellas, valorando cosas, la música, todo, la gente. Había mucha gente, casi no podía caminar. Yo decía: gracias Dios mío, valoremos este evento cada instante”, expresó.
Luis Eduardo Caballero, hermano de Patricia, lleva 20 años viviendo en Cali y no dudó ni un momento en invitarla a la casa grande del corazón Pacífico, al Festival Petronio Álvarez en su versión 26.
“La hemos pasado muy rico. Nos encanta la alegría que se vive y entonces quise hacerle a mi hermana esta invitación. Lo que más me gusta del Pacífico son las cocadas y el arrechón; los licores son muy deliciosos, realmente no sé cómo los hacen, pero son realmente espectaculares. La verdad, no soy tan buen bailarín, entonces cuando uno siente que alguien lo hace tan rico, como con tanto sabor, uno se prende y empieza a moverse uno solito”, detalla su experiencia Luis Eduardo.