Nuevos detalles han emergido en la investigación sobre la masacre de la familia Lora Rincón, ocurrida el 29 de diciembre de 2024 en Aguachica, Cesar. Según revelaciones recientes, Zaida Andrea Sánchez Polanco, alias “La Diabla”, habría ordenado el asesinato del pastor Marlon Yamith Lora, uno de los cuatro fallecidos en el ataque, mientras que el Clan del Golfo también estaría involucrado en el trasfondo de este crimen.
Los vínculos que conectan a las víctimas y los perpetradores
La conexión entre el pastor Lora y Alexánder González Pérez, alias “El Calvo” —esposo de “La Diabla”—, se ha convertido en un eje central de la investigación. Según informes, el pastor mantenía una amistad cercana con González Pérez, incluso antes de que este último incursionara en actividades delictivas. El nexo entre ambos habría facilitado que “La Diabla” identificara al líder religioso como un obstáculo en sus planes.
De acuerdo con declaraciones del periodista Jacobo Solano Cerchiaro, el asesinato del pastor fue planeado después de un desacuerdo entre Sánchez Polanco y Lora, relacionado con bienes y dinero que ella creía pertenecían a su esposo fallecido.
“La Diabla”, conocida por su rol en actividades de narcotráfico y extorsión en la región, habría manipulado la situación para citar al pastor y emboscarlo en un restaurante cercano a la iglesia Príncipe de Paz.
La caída de “La Diabla” en Medellín
El asesinato de Sánchez Polanco el 22 de enero de 2025 en un hotel en Medellín ha destapado nuevas pistas sobre su vida criminal. Alias “La Diabla” había escapado de Aguachica tras el ataque a la familia Lora y se ocultó en diferentes lugares, pero su captura por parte del Clan del Golfo fue inevitable.
Solano afirma que “La Oficina de Envigado” facilitó información clave para localizarla, en represalia por el robo de 300 kilos de cocaína almacenados en una bodega de la organización criminal. Sánchez Polanco fue baleada en cinco ocasiones, un mensaje claro de los códigos de venganza entre grupos delincuenciales.
Un historial criminal y una red de alianzas peligrosas
Zaida Sánchez Polanco tenía un prontuario que incluía extorsión, narcotráfico y homicidio. Además, era conocida por su habilidad para disfrazarse y cambiar de apariencia, lo que le permitió evadir la justicia durante años. Sin embargo, la traición a su esposo y el enfrentamiento con el Clan del Golfo marcaron el inicio de su caída.
Según el periodista Solano, tras ordenar el asesinato de González Pérez y apropiarse de su fortuna, “La Diabla” intentó consolidar su poder en la región del Catatumbo, sin prever que sus acciones desatarían una serie de eventos que terminarían con su vida.
Un caso que sacude a las autoridades
Las denuncias sobre la posible implicación de autoridades locales en Aguachica han generado inquietud. Solano asegura que ciertos oficiales de policía habrían colaborado en los hechos, lo que complica aún más el esclarecimiento del caso.
Mientras las investigaciones continúan, este episodio evidencia la complejidad de las dinámicas criminales en la región y la interconexión entre redes de narcotráfico, líderes locales y grupos armados. La masacre de Aguachica deja preguntas abiertas sobre el alcance del crimen organizado y los límites de la justicia en zonas golpeadas por la violencia.