Apreciada Marelen, nos conocimos algo más de 20 años. Trabajamos en el Colegio Mayor Santiago de Cali. Siempre admiré tu ser de maestra. Esa capacidad para conectar con las personas, especialmente con los jóvenes, quienes confiaban en ti, gracias a tu corazón noble, diáfano y alegre.
Siempre he reconocido tu calidad humana y la capacidad que tienes para afrontar y resolver situaciones en las coyunturas más complejas. Los estudiantes te amaban, para las directivas eras soporte y para nosotros eras esa compañera leal, franca en la que uno se apoyaba. Tu gran inteligencia nos ayudaba a ver oportunidades y resolver situaciones en las circunstancias más difíciles.
Luego, cuando asumiste la decanatura y la vicerrectoría académica en Unicatólica- Cali, me invitaste a hacer parte del equipo de maestros. Por eso vivo agradecido por la confianza y apoyo que me brindaste. En la vicerrectoría demostraste todo ese liderazgo, esa capacidad para ver oportunidades, donde los demás veían problemas. Valoré de manera infinita y lo conservo en mi corazón que contábamos, no solo, con la vicerrectora, sino con esa amistad leal y esa palabra franca, cálida y sincera. Tu sonrisa siempre esperanzadora y tu saludo festivo te caracterizaba.
Reconozco la honestidad y la capacidad que tienes para afrontar los problemas. Ningún desafío te ha quedado grande, al contrario, has demostrado ser esa mujer osada, arriesgada, creativa y trabajadora incansable por hacer realidad lo que sueñas. No ves problemas, sino oportunidades. Nunca te dejaste derrotar y siempre proponía soluciones a los problemas más complejos con una facilidad admirable, gracias a tu gran talante e inteligencia. Tu visión de mundo es tan amplia, que te permite trascender las fronteras y comprender la realidad en su totalidad.
Pasaste a UNIMINUTO-Bogotá, asumiste una responsabilidad a la que no fuiste inferior. Al contrario, amplio tus horizontes académicos. Desarrollaste tu liderazgo con eficiencia y honestidad. Gracias a los eventos académicos donde te he podido escuchar, evidencio como se han ampliado tus visiones de mundo. Que mujer tan grande y que ser humano tan admirable eres. Debido a nuestras múltiples ocupaciones, hace rato que no nos hemos podido encontrar, más que en las publicaciones de Facebook, pero el cariño y admiración siempre se mantienen y cada encuentro se funde en ese abrazo de amigos y tu gran sonrisa siempre va acompañada de una palabra que me permite crecer.
No te niego que me tomó por sorpresa, cuando en la radio escucho tu nombre como fórmula vicepresidencial. No pensé verte en ese ámbito, pero no dudo de la capacidad y la formación que tienes para ese cargo. Creo que eres una mujer que cumple con el perfil y la idoneidad moral para esa función, no lo dudo. Le conté, con orgullo, a todos mis círculos de amigos, que Marelen es mi amiga, que trabajamos juntos y que es una mujer honesta, capaz e inteligente.
Apreciada Marelen, pienso en los cambios de tu vida desde hace poco más de tres meses, después de haber asumido este reto político. Creo que tú corazón alegre también se siente abrumado. No solo por la alta exposición mediática, sino porque estás ante la posibilidad real de asumir la vicepresidencia de la república. Incluso hoy, ya tienes asegurada mínimamente una curul en la Cámara de Representantes. Pasaste de ser una académica comprometida a ser la posible vicepresidenta (incluso presidenta), eso a cualquier persona lo debe de abrumar. Sobre todo, cuando no se ha nadado en las aguas turbulentas de las dinámicas políticas.
Además, sé que el poder, y la fama no son tu prioridad. Tus horizontes están en proyectos de humanidad y servicio a través de la academia. Encontrarte en este horizonte hoy debe ser una situación especial. Hay personas que desde que nacen ya están trabajando en función de esos cargos, en tu caso esto llegó en una coyuntura y en muy poco tiempo se convirtió una posibilidad real.
Estoy seguro de que asumiste este desafío con la entereza y responsabilidad que te caracteriza. Sé que esta tarea la afrontas con gallardía moral, sobre todo en esta segunda vuelta, que no es más que una carrera donde aparece la mezquindad, la falsedad y la violencia, situación que abruma los espíritus como el tuyo, que siempre estuvieron alejados de esos ámbitos. Por eso creo que, eso te tiene que confrontar, sin embargo, admiro en cada aparición que haces en público que a pesar de todo nunca pierdes la sonrisa, manteniendo la paz y tranquilidad de una mujer sincera y honesta.
Afirmo categóricamente que no dudo de tus nobles ideales por el país. Trato de meterme en tus zapatos, y sabiendo que eres una mujer seria, de principios y coherencia ética, no ha de ser fácil esto que afrontas, teniendo en cuenta que la fórmula presidencial que acompañas es un ser humano primario, reaccionario, irascible y grosero, todo lo contrario, a esa amabilidad, respeto y confianza que inspiras. Tú le has dado el rostro femenino y rostro sonriente a ese carácter fuerte y huraño de tu compañero de fórmula.
Por todo lo anterior, y a una semana de las votaciones, te quiero abrazar como ese amigo que te admira. Me veo en la obligación moral de escribirte por la lealtad de amigo para decirte que te aprecio, que creo en tus palabras y tu rostro sonriente. Creo en tu capacidad, en tu inteligencia y en tu honestidad. No es fácil ver lo que se dice y cada escándalo que aparece, siempre me pregunto qué pasará por tu corazón, sabiendo que, aunque no eres la implicada, sí salpica el esfuerzo y el trabajo que haces.
No es fácil saber que lo que intentas hacer, vea su mayor obstáculo en la manera de expresar y comunicar en quien encabeza la campaña. Por estas y otras razones te expreso que seguramente en otro espacio político, en otra orilla y con otra fórmula más sensata, hasta te haría campaña. Creo en usted. Creo en su palabra, honestidad y en el corazón de maestra y caleña que siempre te caracteriza. Usted es una gran candidata. Usted es mi candidata, pero no su fórmula. Por eso, en esta ocasión no puedo acompañarte electoralmente, su fórmula no me ofrece la garantía institucional y su discurso irresponsable me genera grandes inquietudes.
Independiente de los resultados que arrójenlas votaciones, del próximo 19 de junio, creo que tienes mucho que aportar al país, Ya sea en la silla vicepresidencial o en una curul, estoy seguro de que te destacarás, como lo has hecho en toda tu carrera profesional. Te confieso que en caso de que las elecciones les favorezca, eres tú la que me da la tranquilidad que su inteligencia y liderazgo aparezcan por encima de los arranques emocionales de su fórmula.
Por eso como amigo, te pido que en caso de asumir la vicepresidencia puedas hacer lo que siempre has hecho en los lugares donde has estado: ser esa mujer que siempre inspira, orienta y en la que sus jefes confían. Espero que su fórmula te escuche y se deje orientar por tu palabra sensata, practica y visionaria. Espero que tu voz y tu pensar estén siempre presente en las decisiones de Estado.
Te abrazo deseando lo mejor, siempre contarás con mi amistad, espero verte pronto para abrazarte y expresarte mi cariño y admiración.
