Colombia ha establecido mecanismos para que las acciones de la justicia sean consecuentes con los deseos de paz. Por eso, se han acogido acuerdos internacionales para garantizar la promoción y protección de los Derechos Humanos, al igual que se han firmado tratados con algunos gobiernos para asegurar la aplicación de justicia en delitos que traspasan las fronteras nacionales.
Entre estos acuerdos está la Extradición que se ha establecido entre Colombia y Estados Unidos. Son varios los nacionales que han sido pedidos en extradición por EE. UU. Y hemos visto, estos reality show que el gobierno realiza como una forma de probar que en Colombia la justicia si existe. Lo que queda claro es que el propósito de la Extradición es hacer justicia.
La sociedad, entonces, exige del gobierno que sus decisiones sean acordes con la pretensión de justicia de la que el pueblo está deseoso, y reclama cada día con vehemencia. Sin embargo, es preocupante cuando los mecanismos que existen para hacer justicia se aplican para obstaculizarla y evadirla, expresando un profundo irrespeto al pueblo a quien creen ingenuo.
Es doloroso y penoso lo que se ha evidenciado en esta semana con la Extradición de Otoniel. Es evidente que esta decisión no corresponde a un deseo de hacer justicia a las víctimas, sino que es una decisión política que protege a los corruptos. No se ha extraditado a Otoniel, se ha extraditado la verdad, la justicia y la posibilidad de reparación.
Es vergonzoso que un país donde el aparato judicial opera de manera lenta, una decisión de tanta trascendencia se tome tan a la ligera, desconociendo el reclamo de justicia, por vía tutela, de las víctimas. Sin olvidar que Otoniel estaba aportando información relevante en la Justicia Especial para la Paz.
El regalo de Duque a las madres de las víctimas, en su día, es la imposibilidad de conocer la verdad. ¿Qué desea ocultar el gobierno con la extradición de Otoniel? ¿A quién desea proteger? ¿Por qué tanta celeridad este proceso, sobre todo cuando ya Otoniel había prendido el ventilador comprometiendo a más de 24 personas, incluso a candidatos presidenciales ?
Sumado a esta acción que desconoce la búsqueda de justicia, el presidente y el ministro salen a decir que Otoniel, después de pagar su condena en Estados Unidos, vendrá a Colombia a pagar los delitos cometidos en el país. Señor presidente Iván Duque: ¿a quién pretende engañar? Debería tener un poco de respeto por las víctimas. Usted bien sabe que ha enterrado la posibilidad de conocer la verdad, y la posibilidad de justicia a muchas familias. Usted sabe que sin la posibilidad de conocer la verdad es imposible hacer justicia y alcanzar la reconciliación. Es claro que Otoniel será condenado a más de 25 años, si es que no le dan cadena perpetua, entonces ¿Cuándo o con qué fuerza hará justicia a su regreso, si es que regresa?
Lo cierto de esta situación es que el gobierno manipula la información, la verdad y la justicia lo que dificulta los procesos de paz y reconciliación. Los mecanismos jurídicos deben ser aplicados siempre en perspectiva de hacer justicia a las víctimas y no con fines políticos que favorecen a los victimarios. Colombia necesita de la verdad y de la justicia, estas no se pueden extraditar, porque sería renunciar a la búsqueda de paz, de reconciliación y de sanar las heridas causadas por los violentos en los territorios más vulnerables del país.
Esperamos que el gobierno por lo menos pueda, en estos pocos meses que le quedan, actuar con la sensatez, que no ha tenido durante lo que lleva del gobierno, y pueda buscar mecanismos para garantizar el bienestar de las víctimas, y que recuerde que la justicia y la verdad no se pueden extraditar.
Posdata 1: Preocupante la ausencia de la autoridad en los territorios donde el Clan del golfo ha impuesto un paro armado. Sumado a esto vergonzoso que la DIMAYOR no haya aplazado el partido entre Jaguares y Medellín como una medida coherente con la seguridad de las personas.
Posdata 2: Rechazo categóricamente el morbo periodístico de RCN. La situación a la que fue expuesta el ingeniero Rodolfo Hernández con la imagen de su hija y las preguntas de la periodista muestra la falta de empatía y respeto. Eso demuestra el deterioro moral del periodismo en Colombia.
Posdata 3. Un saludo a todas las madres colombianas, en especial a las madres de las víctimas de la violencia en Colombia. Un abrazo de proximidad a las madres que esperan a sus hijos e hijas que aún siguen desaparecidos.
Posdata 4: Elevo una oración al cielo agradeciendo por haberme bendecido con mi madre Carmen Velasco, quien con su espiritualidad y fe me ha enseñado a soñar y a luchar con un país más justo y humano. Pido a Dios que pueda contar muchos años más con su consejo siempre sabio y su corazón noble.