Al término de un consejo extraordinario de seguridad en Tuluá, tras los últimos hechos violentos en esa ciudad, la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro señaló “que el ataque a la ciudad se planea y ordena desde las cárceles, que es donde hemos puesto a los cabecillas que quieren aterrorizarla”.

Por ello, insistió al Gobierno nacional y al Ministerio de Justicia que, “con base en la emergencia carcelaria, se adopten decisiones más drásticas para atajar el delito que proviene de las cárceles”. La mandataria precisó además que pese a la colaboración que desde la nación se adelanta para atender la situación de orden público en el departamento, se hacen necesarias acciones contundentes y conjuntas.

El ataque del cual fue escenario Tuluá en la noche del sábado pasado es atribuido a retaliaciones de la banda ‘La Inmaculada’ tras la captura de Mauricio Marín Silva, alias ‘Nacho’, quien era el máximo cabecilla luego de la detención de su hermano de alias ‘Pipe’, quien se encuentra recluido en una cárcel.

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Anunció que se va a mantener el toque de queda hasta el lunes 12 de febrero y las operaciones conjuntas entre Policía y Ejército en los sitios críticos como una medida de poder proteger a la comunidad. Operaciones coordinadas con la Sijín y las centrales de inteligencia que se extenderán a Buga.

“Con la Alcaldía de Tuluá y la Gobernación contamos con los recursos, una bolsa de recompensa por $200 millones para que la comunidad denuncie, necesitamos que la ciudadanía colabore, no vamos a permitir que nos amedranten ni afecten más a la ciudad”, concluyó la mandataria.