El presidente Gustavo Petro anunció la suspensión de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) luego de una serie de ataques atribuidos al grupo armado en la región del Catatumbo, que incluyeron asesinatos de civiles y firmantes del Acuerdo de Paz.
En un mensaje difundido en su cuenta de la red social X, el mandatario fue contundente: “Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo. El ELN no tiene ninguna voluntad de paz».
Reacciones desde el Gobierno
La jefa de la delegación gubernamental en las negociaciones con el ELN, Vera Grabe, respaldó la decisión presidencial y subrayó la necesidad de un compromiso real por parte del grupo armado:
“Se suspende el proceso hasta que el ELN definitivamente piense si quiere caminar hacia la paz. Este país no aguanta más. Se requiere de una decisión clara y contundente por parte del ELN”, afirmó.
Grabe agregó que, pese a la suspensión de las conversaciones, se mantendrán abiertas las dinámicas humanitarias y los canales de comunicación, esperando que el grupo armado dé una respuesta definitiva sobre su intención de avanzar hacia la paz.
El senador Iván Cepeda, delegado del Gobierno en los diálogos, calificó los hechos en el Catatumbo como graves violaciones al derecho internacional humanitario:
“El ELN está cometiendo crímenes de guerra, asesinando a civiles inermes, líderes sociales y firmantes de la paz en una operación que se extiende por varios municipios del Catatumbo. Ante esta situación, la delegación del Gobierno no puede continuar con los diálogos en este momento”, declaró Cepeda.
Además, Cepeda reiteró la exigencia de una postura clara del ELN respecto a la paz: “Es el momento de que el ELN defina si realmente tiene la voluntad de llegar a un acuerdo para poner fin al conflicto”.
Denuncias de una ofensiva coordinada
El jefe de la mesa de diálogo con otros grupos armados, Camilo González Posso, advirtió que los ataques en el Catatumbo, que se registraron en al menos siete municipios, evidencian una ofensiva coordinada del ELN. Según González, las acciones violentas incluyen desplazamientos forzados, amenazas a comunidades y el asesinato de cinco firmantes del Acuerdo de Paz de 2016.
“Estos hechos constituyen un atentado contra el proceso de paz y una amenaza directa a las transformaciones territoriales que buscan las negociaciones actuales”, explicó González, quien llamó al país a solidarizarse con las víctimas y a respaldar a quienes trabajan por la construcción de la paz en las regiones.
Respaldo a la decisión presidencial
La directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE), Laura Sarabia, lamentó la interrupción de los esfuerzos de paz y respaldó la decisión del presidente Petro.
“Es imperativo que los grupos armados demuestren una verdadera voluntad de paz y cesen las acciones violentas que han causado tanto dolor al pueblo colombiano. La suspensión de los diálogos es una decisión difícil, pero necesaria”, expresó en sus redes sociales.
Un futuro incierto para los diálogos
La suspensión de los diálogos con el ELN representa un duro revés para los esfuerzos del Gobierno por alcanzar una paz total. Mientras las comunidades afectadas en el Catatumbo claman por seguridad, la atención está puesta en si el ELN asumirá una posición que permita reanudar el proceso. Por ahora, el país se enfrenta a un panorama complejo en la búsqueda de soluciones al conflicto armado.