Los polinizadores son esenciales para el medio ambiente ya que son los animales que transportan el polen de una flor a otra, ayudando en su reproducción a más del 80% de las plantas con flores del mundo. Por esa razón no es exagerado afirmar que nos alimentamos gracias a los polinizadores.

El Parque Ambiental Corazón de Pance tendrá un jardín específicamente para los polinizadores, que atraerá entre otros a mariposas, abejas, abejorros, moscas, escarabajos, murciélagos, lagartijas y colibríes, con plantas como salvia, albahaca, lantanas, malvas, romero y asclepias.

Las abejas son unos de los principales polinizadores, pero en Colombia, de las cerca de 1.500 especies que existen, solo se conocen la mitad. Es por eso que el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, DAGMA, también está proyectando un meliponario que es la casa de las abejas de la especie Apis mellifera, que son abejas mucho más pequeñas y que carecen de aguijón, producen miel, cera (llamada cerumen) y propóleo y almacenan polen.

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En otros ecoparques de la ciudad, el DAGMA, viene implentando meliponarios para contribuir a su reproducción, como Bataclán y Las Garzas, los cuales se han construido con apoyo de estudiantes y la comunidad

A pesar de la importancia de los polinizadores algunos de ellos, sobre todo los insectos, como las abejas, enfrentan graves amenazas por el uso de insecticidas y herbicidas en cultivos, jardines y áreas verdes. Además de la invasión de sus hábitats debido a los monocultivos, la ganadería y la expansión de proyectos habitacionales.

Cada uno de nosotros puede contribuir a la supervivencia  de los polinizadores sembrando jardines con plantas nativas y sin insecticidas, no importa el tamaño, puede ser en un balcón, macetas en las ventanas o un pequeño patio. Las plantas con flores simples tipo girasoles, como las equináceas, rudbekias bicolores, ásteres y cinias, generalmente proveen polen y néctar, las hierbas florecientes, como la lavanda, también son un complemento excelente.

Los polinizadores también tienen preferencias en cuanto a la forma y el color de las flores, las abejas prefieren las flores blancas, amarillas y azules; las aves prefieren el tono rojo, anaranjado y blanco. Por su parte los colores llamativos y brillantes, incluyendo el rojo, amarillo y morado, suelen atraer a las mariposas. También las mariposas y las abejas se inclinan por las flores planas y abiertas, con grandes pétalos para posarse fácilmente y tubos de néctar cortos. Las flores tubulares con forma de trompeta, como la madreselva, son las favoritas de los colibríes que con sus picos largos logran alcanzar al néctar que está fuera del alcance de otras aves e insectos.