El presidente Gustavo Petro, durante un evento en Chimichagua, Cesar, donde entregó tierras como parte de la Reforma Agraria, abordó temas clave sobre las protestas de la oposición, la justicia social, y el futuro económico y ambiental del país.
Sus declaraciones reflejan una postura enérgica frente a las movilizaciones opositoras y una visión de transformación en el uso de recursos y el desarrollo agrario.
Garantías para las protestas opositoras: Petro afirmó que su gobierno garantiza el derecho a la protesta pacífica, asegurando que no recurrirá a prácticas represivas como las denunciadas en el pasado.
«Ni un gas lacrimógeno, ni una mujer violada, ni un joven con pérdida de ojo», enfatizó, en referencia a las violaciones de derechos humanos durante protestas anteriores en Colombia.
Crítica a los convocantes de las marchas: Señaló que las movilizaciones han sido convocadas por sectores que representan intereses opuestos a las transformaciones sociales. Los acusó de perpetuar injusticias y de ser responsables del sufrimiento de los campesinos, víctimas de despojo y violencia paramilitar.
Reflexión sobre el avance del cambio: El presidente invitó al pueblo a decidir si continuar con el ritmo de los cambios actuales o profundizar en las reformas, como la redistribución de tierras.
Planteó la posibilidad de escalar de 22 mil hectáreas entregadas a 220 mil hectáreas, reforzando su compromiso con la reforma agraria.
Transición económica y ambiental: Petro destacó que el futuro de regiones como el Cesar dependerá de su capacidad de adaptarse al cierre de las minas de carbón.
Propuso reconvertir el ferrocarril utilizado para la exportación de carbón en un medio para transportar alimentos hacia mercados internacionales.
Promovió la agricultura como una alternativa para evitar la desertificación y fomentar el uso de energías limpias, como la solar.
Visión de un César transformado: Petro presentó un escenario donde el departamento del Cesar lidera en agricultura sostenible, exportación de alimentos, y energías renovables.
Llamó a los ciudadanos a decidir entre continuar con un modelo dependiente de recursos fósiles o apostar por uno sostenible y justo.
El evento marcó un hito en el proceso de restitución de tierras a familias campesinas, muchas de las cuales han sido víctimas del conflicto armado. En este contexto, las declaraciones de Petro subrayan el contraste entre su visión de justicia social y los modelos económicos y políticos tradicionales que, según él, han perpetuado desigualdades.
Estas declaraciones se enmarcan en un momento crucial para su gobierno, a medida que enfrenta oposición en las calles y desafíos en la implementación de su agenda de cambio estructural.
