Gardeazabal

Por: GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL 

Solo una persona que haya vivido mucho puede escribir una novela tan suave, tan tierna y tan atractiva,pese a lo mal titulada que está, sobre un asesinato que nunca se resuelve y al mismo tiempo baraje, como en una gran novela policíaca de Agatha Christie, todas las posibilidades y sea el lector, no el narrador, quien debe tomar la determinación de encontrar al asesino.

En esta obra del magangueño Badrán, todo sucede en Puerto E, una pequeña ciudad ,a orillas del río en la llanura de Bolívar donde existe un gamonal, el senador Maldonado, quien manda, ordena y nadie discute. La trama se desarrolla alrededor del asesinato del hijo médico del político y latifundista, su escasa familia y sus muy bien descritos enredos de poder y dinero, faldas y amigos.

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Está narrada por el amigo íntimo del joven médico y parte ,como toda esta clase de novelas, de su asesinato y de recordar su vida para tratar de averiguar, en pleno fragor de la violencia guerrillera y paraca de las llanuras de la Costa, quien pudo haberlo matado. Menciona obviamente como causa, el clima de guerra que se vivía entonces.

Pasa a analizar la aventura amorosa en un corregimiento vecino rio abajo donde quedó una niña recién nacida .Repasa los amores con una médica izquierdista, celosa y mandona. Vuelve y mira a la tia machorra Maldonado, quien administra el almacén veterinario y recoge en detalle las acusaciones del pueblo que hace recaer la sospecha sobre su padre, el senador Maldonado, porque este septuagenario, enfermo y sin gracia, se casa con la viuda del médico para dejarle la pensión de congresista y así pueda criar a los dos nietos huérfanos.

El gamonal muere y el narrador envejece describiendo tan amorosamente a su amigo y colega asesinado y repitiendo tantas veces y por tantos años la frase del senador cuando justificó el asesinato de otro muchacho por su propio padre al hallarlo haciendo el amor con un motociclista de “ si yo descubro a un hijo mariquiando también lo mato”, que uno se queda pensando al terminar de leer la obra de Badrán si acaso esa opción homosexual de narrador y asesinado podría ser considerada. Una novela policiaca para escoger al asesino de acuerdo al gusto y habilidad del lector.