Por: GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL
Albeiro Echavarría es un recordado periodista de tv desde cuando fue director por más de una década de Noticinco. Desde entonces ha venido trabajando en literatura infantil y poco a poco en la juvenil.
Su última novela, LA GOLONDRINA QUE TRAJO EL VERANO, escrita para muchachos de grado 11, pero que la podemos leer con agrado e interés hasta los ancianos de 77 como yo, es una novela asombrosa, deslumbrante y, en especial, provocadora para el lector, para el crítico, para los maestros, para los padres de familia, para los estudiantes de último año.
Atronadoramente bien lograda, la novela narra la historia de Juan D, un muchacho de grado 11 de un colegio en Cali, que se siente culpable de haber ayudado a matar a su papá porque insistió en que le compraran un gato que tumbaba todo y el viejo, infartado de antes, se desplomó de una cuando el felino tumbó el florero en una noche y el susto del estruendo no lo resistió su corazón.
Con ese tiquete fatídico, el personaje se desenvuelve sicológica y dramáticamente en una batalla electoral de su colegio por elegir al Personero de los estudiantes. El ambiente de un colegio clase media y las presiones violentas de la juventud de hoy están solidaria y combativamente presentadas con ese pretexto de la elección estudiantil.
Las pasiones ocultas o públicas de unos adolescentes con celular a bordo, amoríos y desvaríos ,están casi que milagrosamente descritos. El atropello de los hijos de papi traquetos en colegio clase media, están delineados mejor que en una geografía humana de las antiguas cuando nos dividían en razas pero no en ingresos y conocimientos.
Cada personaje cumple su rol desde la institución educativa generando inusitado interés en la trama, apasionamiento en el lector por la debilidad o fortaleza de los actores y, sobre todo, una pegajosa atracción al desenvolvimiento, lo que la hace una novela fulgurante. A mi, personalmente, me ha impactado.
Es la narración del chico inteligente que descubre en pleno 2020 que es gay y para no soportar el bulling se blinda como escritor del periódico estudiantil. Son tiempos muy distintos a los que a mi me tocó vivir en el Tuluá de 1950,pero eternamente generosos y románticos hasta sacarle más de una lágrima al lector .
Es una historia para todas las edades, armada con ropa, celulares y computadores de hoy pero con sentimientos de ayer y de siempre. Admirable novela !!