Gardeazabal

Por: GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL 

Visto desde esta época no cabe la menor duda que Baldomero Sanín Cano fue uno de esos personajones que da la inteligencia colombiana pero, porque duró mucho (96 años) o porque siempre mantuvo una sola línea ideológica en un país donde las polarizaciones han castigado con ferocidad a quien no de vaivenes, la historia colombiana poco o nada registra a este escritor,políglota y sabio, que mientras vivió pudo enfrentarse a Rafael Núñez o a Laureano Gómez, a Miguel Antonio Caro o a Rojas Pinilla.

Nacido en Rionegro en 1861, dos años antes de que se redactara en esa ciudad antioqueña la Constitución que partió en dos la historia política del país, deja su impronta lúcida y brillante,en castizo castellano, en libros y revistas, fundamentalmente en cartas y ensayos.

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Vigorosamente antiyanqui reabasteció sus sentimientos y discursos contra el imperio norteamericano sin caer en la tentación de unirse al carruaje de moda del comunismo. Liberal radical, llegó al Congreso y a cargos públicos apoyado por la razón o contra ella,como cuando el General Reyes lo llamó a su gobierno. Europeista de tiempo completo, doctor en materias inasibles para la mayoría de sus contemporáneos, Baldomero Sanín Cano fue consejero y protegido del hacendado y muy conservador poeta Guillermo Valencia, quien se lo llevó a vivir a Popayán para ayudarlo a vivir su vejez.A su vez fue público contradictor del doctor Eduardo Santos pero escribió durante 40 años, hasta su muerte en el periódico El Tiempo.

Sus aparentes contradicciones la vistió siempre del diálogo y la razón lo que en un país tan agresivo y violento como el nuestro, lo aisló de las guerras que le tocaron vivir en su mocedad o del canibalismo de sus compañeros liberales y finalmente lo condenó al olvido histórico.

Pero como dejó su huella de izquierdista puro en escritos conservados hasta hoy, el rector de Unaula, el doctor Rodrigo Flórez, ha conseguido que los estudiosos Rafael Rubiano, Jose F Saldarriaga y Valeria Nieves González compendien sus mejores escritos, hagan un perfil biográfico de su casi legendario transitar y purifiquen su extensa bibliografía existente.

Seguramente lo ha hecho para saldar una deuda con la historia o para recordarle a sus estudiantes y profesores en la Unaula que es la verdad de los inteligentes la que termina imponiéndose por encima de los odios y las envidias de quienes prefieren trastocar el futuro del país construyendo las grietas insalvables que Baldomero Sanín Cano siempre saltó con su espíritu puente y su temperamento de guerrero letrado de América.Un libro para sentirse colombiano.