Por: Gustavo Alvarez Gardeazabal
El misterio, los silencios y la sapiencia de dos mil años dan para que alrededor del Vaticano se especule y más por estos días del internet, los espionajes electrónicos y las actuaciones exageradas de obispos y cardenales.
El reportero vaticanólogo Vincens Lozano ha publicado un nuevo libro sobre el Vaticano.Esta vez para defender a Francisco y presuntamente desmenuzar la conspiración que desde los cuatro puntos cardinales se ha dizque montado contra el papa argentino.El libro, a veces, usa la descripción imaginativa de la intriga que se percibe, pero no puede demostrarse-.Repasa, otras veces sin mucha profundidad, los focos primordiales donde se concentran los enemigos del papa,pero no lo exculpa de las acusaciones de izquierdista que le hacen fundamentalmente en Estados Unidos, Alemania y Bélgica.
Identificando a los cardenales que acaudillan las imaginarias congregaciones conservadoras, el autor pretende ,sin lograr más que la expectativa, barruntar que la final del cónclave próximo será entre el conservador Peter Erdo y el filipino Luis Tagle, que es la figura cimera de los partidarios de Francisco.
Empero, exagera tanto en construir esa conspiración contra el papa, que se olvida de explicar como Francisco apoyando el tal Camino Sinodal ,asamblea de curas y fieles progresistas,está dividiendo la Iglesia. El libro más bien prefiere promover con ribetes cándidos la candidatura para papa del arzobispo de Lima, Carlos Castillo, que ni siquiera es cardenal.
Lo justifica diciendo que fue a quien nombró Francisco para reemplazar al ultragodo cardenal Cipriani, defenestrado por la misma época en que botaron por la ventana del despacho pontificio al Opus Dei .
Pero como la obsesión de mostrar al papa rodeado de enemigos es delirante, no alcanza a medir que los sobrevivientes del Opus Dei pueden albergar la venganza como única esperanza contra el desbarajuste peronista que creó el papa argentino dentro de la Iglesia tradicional.
Es un libro tendencioso, que radiografía los distintos cubículos conservadores que se oponen a Francisco pero no es capaz ,extrañamente, de hacer lo mismo con el listado de cardenales y dicasterios que aprueban al papa y su doctrina del Camino Sinodal, que hasta un cisma puede producir.