Alimentarse es una necesidad primaria del ser humano, Hace parte de la obligatoriedad de nutrir nuestro cuerpo. Así como lo es dormir, el alimento es necesario para que cada uno de nuestros órganos funcionen de manera correcta. Pero más allá de eso; comer es un placer, podría afirmar sin lugar a equivocarme, que es el único placer del que podemos disfrutar solos o en compañía.

Es la mejor disculpa para “tertuliar”, para reunir, para convocar. Una buena comida sobre la mesa, no es solo la señal de que llego la hora de comer, sin más. Nooooo señor, la comida sobre la mesa debe transmitir gusto, amor, alegría, ilusión…debe alborotar el placer y la motivación, la felicidad y ser capaz de equilibrar el estado de ánimo de los comensales. Es así que la invitación clara es a que aprovechemos el momento de tomar los alimentos para mimarnos y mimar, para sentirnos como reyes y reinas, para derrochar creatividad.

Permitamos que nuestra mesa invite, vistámosla de fiesta, usemos el mantel, la servilleta, la vajilla, los platos, las tazas, las cucharas, las cucharitas, las copas… en fin, cuanto adminiculo tengamos en la cocina, que invite a disfrutar del placer de estar sentados a manteles. No importa si es la comida más sencilla, la hora del café o una cena ligera. No importa si somos dos o somos diez, hagamos el ejercicio de procurar servirnos y sentirnos siempre bien atendidos, ese es uno de los placeres máximos que podemos experimentar, les garantizo que las endorfinas, la dopamina y la serotonina se elevaran al máximo. Es el placer del alma a través del cuerpo. Dejemos que nuestra mesa invite. Si nunca lo ha hecho, Hágalo. ¡Nunca será tarde! Salud.

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