Con cariño, misericordia y alegría son tratados los adultos mayores en los centros de protección de los municipios de Trujillo y Riofrío, espacios que son apoyados por la Gobernación del Valle a través de la estampilla del Adulto Mayor, que se convierten en un ‘refugio’ de amor para aquellos que han sido abandonados por sus familias o no cuentan con el auxilio de ellas.
Así lo pudo verificar la secretaria de Desarrollo Social y Participación del Valle, Jimena Toro, en un recorrido por los centros de protección de personas mayores, quien destacó como “una experiencia maravillosa contar con coordinadores, directores que de verdad sienten ese servicio como propio, están prestos para ayudarles en salud, en buena alimentación, en cuidado y lo más importante el afecto que le brindan a estas personas”.
Teresa Camargo, directora del centro de protección La Inmaculada en Trujillo, agradeció el apoyo brindado por la Gobernación del Valle para las 43 personas mayores que son beneficiadas en este espacio. “Nos ha ido muy bien gracias a Dios, nos están dando los recursos de la estampilla del Adulto Mayor, por eso hemos podido mejorar mucho la atención a los abuelos y aumentar la cobertura”, anotó.
En el Centro de Bienestar de Riofrío, Gustavo, uno de los beneficiados, resaltó el trato que recibe del personal, que a diario lo abraza con palabras afirmativas y amorosas. “Gracias a Dios nos tratan bien, aquí a mi no me hace falta nada, tengo comida, atención, me siento muy bien”, dijo el adulto de 94 años.
“Todo lo estamos haciendo por amor a nuestros abuelos, teniendo en cuenta la situación de abandono que tienen de sus familias, aquí pueden contar con una familia que los quiere”, indicó Lizeth Mesa, secretaria de Salud, Recreación y Deporte de Riofrío.
El Centro de Bienestar de la cabecera municipal está en proceso de ampliación y remodelación en algunas de las zonas para ofrecer a los adultos una mejor estadía. Se está trabajando en cinco cuartos nuevos, que tendrán capacidad para 10 personas; en la cocina y otras zonas.