Israel Sanabria, conocido como “Izzy Sanabria”, y también llamado “Mr. Salsa”, nació en el año 1939, en Mayagüez, Puerto Rico

Desde niño manifestó interés por el arte gráfico dibujando letras inspirado en las cajas de cereales. Se graduó en la Escuela Secundaria de Artes Industriales de Nueva York y sus primeros trabajos fueron haciendo rotulaciones para puertas y ventanas en algunos almacenes del Bronx y elaborando decoraciones navideñas, posteriormente, luego de haber prestado su servicio militar, trabajó con el Ejército de los Estados Unidos, dibujándole carteles informativos y grandes avisos para el entrenamiento de las tropas

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Su primer contacto con el mundo del diseño gráfico para la música fue elaborando la portada del álbum “Pacheco y su Charanga”, de Johnny Pacheco (quien fue su compañero de estudios en la “Junior School”), producido por el sello Alegre Récords. La portada fue un tremendo éxito, y el álbum alcanzó la mayor venta que tuvo la música latina para ese tiempo, tanto así que Pacheco adoptó esta figura como un amuleto y mandó a hacer la figura del flautista en oro y lo mantiene aún dentro de sus joyas personales. «Cuando comencé, a las carátulas no se les prestaba atención. Para las compañías estadounidenses que contaban con un departamento dedicado a la música latina, esa área era muy limitada.

De manera que no publicitaban los lanzamientos, ni le ponían interés al packaging. Sin embargo, los productores que tenían conocimiento acerca de esta escena eran inmigrantes que no sabían nada de marketing, por lo que sólo tiraban el disco a la calle. Arreglaban un intercambio con la imprenta, le plasmaban una foto y unas letras a la portada, y nada más. “Alegre” fue la disquera que empezó a esmerarse en la estética de sus producciones, al tiempo que Jerry Masucci fue el primero en gastar bastante dinero en promoción ».

Para la época Sanabria se desempeñaba como maestro de ceremonias en el Club Triton de Nueva York. Fue el diseñador gráfico oficial y maestro de ceremonias de los conciertos del sello disquero Fania, emporio musical en el que, además, desempeñó el cargo de Director de Arte. Casi todas las portadas de los discos de Fania de la época dorada de la Salsa estaban bajo responsabilidad directa de este gran diseñador gráfico de la vieja escuela, y su arte sirve de inspiración para muchos otros diseñadores, puesto que su trabajo es la joya gráfica de la música latina por excelencia: «Yo tuve la oportunidad de experimentar en los afiches.

Los posters tienen una gran importancia histórica porque enseñan a los músicos, quien va arriba, quien va abajo según la popularidad, y hay una experimentación, porque, por ejemplo, las separaciones de color todas fueron hechas a mano. Entonces son documentos visuales de un desarrollo en la música. Las carátulas no enseñan eso. Las carátulas son las primeras imágenes que se tiene de un músico, pero el afiche los ubica en el tiempo.»

Izzy Sanabria se convirtió en el portavoz de la Salsa y de Fania siendo el Maestro de Ceremonias en muchas presentaciones de los Fania All-Stars. Tenía un programa de televisión apropiadamente llamado Salsa donde se presentaban bandas, a la manera del Soul Train.

Como maestro de ceremonias se podría decir que se adaptaba muy bien a cualquier tipo de escenario y público agregando humor para amenizar a la concurrencia. Sus amigos y miembros de Fania All Stars recuerdan que, en Japón, para sorpresa de todos, los presentó hablando en perfecto japonés, que aprendió rápidamente para el concierto en ese país. Sanabria les dio a las presentaciones de la legendaria orquesta un toque de show que anteriormente no era usual en las agrupaciones musicales latinas, especialmente cuando se presentaban en escenarios de los Estados Unidos de Norteamérica.

Participó en dos de las más importantes grabaciones en vivo de Fania, “Live at The Cheetah”, en 1971, y “Live at The Yankee Stadium”, en 1973, donde los dirigidos por Johnny Pacheco reunieron una constelación de vocalistas como Celia Cruz, Héctor Lavoe, Cheo Feliciano, entre otros, para convertirse en el ícono de la Salsa en el mercado de los inmigrantes latinos que se asentaron en la nación norteamericana.

Izzy SANABRIA, fundador y director de la revista ‘Latin New York Magazine’

Izzy Sanabria fundó y dirigió la revista ‘Latin New York Magazine’, en la cual laboró un grupo de escritores, periodistas, fotógrafos y dibujantes, y que circuló entre 1973 y 1985, difundiendo, en idioma inglés, la revolución cultural y musical que por influencia latina estaba viviendo la ciudad de Nueva York: «El acontecimiento más grande que yo hice en mi vida fue empezar la revista Latin New York… La revista se hizo bien importante porque empezamos a publicar caricaturas que eran reflejo del estilo de vida del nuyorican.

Latin New York publicó historias originales, empezamos a documentar todo lo que estaba pasando en la comunidad, cosas sociales y la música. Mira que antes de la revista, las fotos que existen de los músicos, ellos están parados posando, pero como nosotros estábamos haciendo reviews, estábamos tomando y publicando fotos de lo que estaba pasando. Llegó la acción, el estilo documental. Entonces salieron de todos lados fotógrafos que no habían tenido chance de trabajar hasta entonces. Muy buenos fotógrafos, artistas, dibujantes llegaron a la revista Latin New York. Ya para el 75 teníamos nosotros cierta influencia y los periódicos americanos empezaron a enterarse de lo que yo estaba haciendo y del estilo de vida del latino nuyorican… Ese fue mi gran logro».

Izzy SANABRIA en los orígenes del término ‘Salsa’

Izzy Sanabria, entonces diseñador gráfico de Fania, usó el término ‘Salsa’ en la revista Latin New York como una nueva palabra para designar la música latina, para reunir diferentes ritmos latinos con el mismo nombre. Fue una manera de simplificar el marketing y evitar confusiones con el público: «¿Qué coño era entonces lo que nosotros hacíamos? Pensando en eso, en medio de las presentaciones, yo comencé a imaginar en nombres posibles. Y recordé que cuando una descarga está muy buena se dice que los músicos están cocinando».

Izzy, pues, arrancó a soltar palabras. Ensayó varias hasta que les hizo caer en cuenta a todos que lo que le daba sabor a la comida latinoamericana era la salsa: «¡Salsa! Era eso lo que faltaba.“ Hay quienes discuten que no fui yo quien inventó el término. Que fue dizque un locutor venezolano. Pero que ya tenga 75 años no quiere decir que tenga mala memoria. Muchos participamos, en medio de la gozadera de las grabaciones y ensayos, de la creación del nombre. Incluso, a algunos al comienzo no les agradó. Barreto entre ellos. Pero yo la fui mencionando en los conciertos y la gente comenzó a bailarla así, a llamarla así. Y entonces yo me puedo morir feliz porque no solo ayudé a inventar el término. También logré, con mi locura y mi excentricidad, que millones disfrutaran de la mejor orquesta que la interpretó jamás».

El 5 de Abril del 2000, Sanabria fue ingresado como miembro del “Salón de la Fama Internacional de la Música Latina”. La Página Marvin Santiago, “El Sonero del Pueblo”, mediante esta Nota, rinde honor a Israel “Izzy” Sanabria, sin duda alguna, personaje de gran influencia para la cultura latina y su música.

«En la época que viví, yo estaba dando un mensaje al público. Yo era un comunicador, el mejor que pudo articular y expresar ese fenómeno que estaba pasando con el medio americano. El premio que yo creé, el Latin New York Music Awards, después del 75 llegó al New York Times y llegó a todo el mundo y todo el mundo se enteró qué carajo era salsa, y la gente vino a Nueva York a buscarla y vinieron a mí, porque yo hacía la revista Latin New York. Entonces yo les daba los contactos y gente como Jerry Masucci fue inteligente y les daba copias de la película Salsa y Nuestra Cosa Latina e iba creando internacionalmente el nombre de salsa».

Izzy SANABRIA, el Dalí de la Salsa

«Mi mayor influencia en el arte fue la de Salvador Dalí. Yo amo el surrealismo y le di ese toque a mi obra, a las carátulas, a los afiches, a la revista… Dalí era mi ídolo por varias razones, primero porque era español, era latino, tenía una locura y se daba muchísima importancia. Yo no llegué a ese punto, pero lo respetaba más que a nadie por su talento y su obra artística…. La influencia del surrealismo es como las caricaturas políticas, que tienen un mensaje gráfico.

Ese es el punto de las presentaciones que yo he hecho de arte gráfico. Nosotros somos comunicadores visuales y como comunicadores visuales, la cosa de nosotros es agarrar la atención del observador… En el principio la carátula que yo hacía era caricatura, era humorística, pero los títulos de Ray Barretto me dieron la libertad que yo pensaba, que era el surrealismo. Entonces yo sacaba las ideas de diferentes sitios. Por ejemplo, la primera que yo hice fue Power. Él quería los músicos en la portada, esa fue la idea inicial, pero para mí todas esas carátulas que tienen las orquestas enteras en la carátula son una mierda. Pero era muy común. Entonces me saltó la idea de ir a la Biblia y como la fuerza de Sansón estaba en el pelo, pues puse a los músicos en el pelo de Barretto representando su poder».

“La salsa quedó muy bien posicionada gracias a sus afiches, a sus surrealistas y coloridas portadas discográficas, a su programa de televisión y a su revista que daba cuenta de lo que sucedía con la escena latina en Nueva York”.