SUYEN CORTEZ

Por: Suyen Cortez

Periodista de Nicaragua

sobre todo en los llamados países «sub desarrollados», donde el déficit de empleos es agudo.

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El auto empleo dejó de ser una posibilidad para convertirse en una realidad cada vez más ascendente y cruda. Es normal ver a profesionales taxiando o vendiendo productos, improvisando para llevar  dinero a sus hogares.

Pero hay un contraste y son los que se quejan todos los dias de que no hay trabajo y esperan que el maná les caiga del cielo. A ese sector quiero referirme, culpan a los gobiernos de su fracaso económico y se lamentan que cada día todo esta peor, pero no hacen nada para cambiarlo. Como decimos en Nicaragua «Buscan trabajo deseando no hallar». Si llegan a preguntar por una plaza de empleo lo primero que quieren saber es cuanto van a ganar en lugar de saber si estarán capacitados para los requerimientos del dueño de la empresa o negocio. Tienen aspiraciones altas y una hoja de vida muy pobre. Hacen comparaciones entre sus ingresos y los del jefe que a diferencia de ellos, invirtió su dinero,   creó el negocio, se arriesgó a perder y ahora brinda fuentes de empleo.

Estos bólidos lamentablemente forman parte del porcentaje inutil de los países pobres y son una carga social grave. Empleo hay si se quiere trabajar, donde sea y en lo que sea, mientras no sea ilegal no debe darnos vergüenza, por el contrario, el trabajo honesto dignifoca al hombre y nos fortalece en tiempos de crisis si aprendemos de todo un poco, quizás difícilmente nos hagamos millonarios pero al menos llevaremos el sustento diario a nuestros hogares y eso ya representa una victoria para miles de familias de escasos recursos.

Hay que olvidarnos del trabajo de 8 a 5 y al pago quincenal en planilla, ese cada vez es más difícil de conseguir y si lo tienes, los salarios ya no cubren la canasta básica, toca hacer algo extra, algo que te genere dinero diario. Hay que abrir la mente, dejarnos de quejar y empezar a emprender