Me duele admitirlo pero la comunidad ha ganado espacios y hoy existen más gays que mujeres felices.
Por algún motivo decir «soy gay» es más común y frecuente conforme avanza el tiempo y los papeles se invierten, me refiero a que lo malo esta de moda y a lo bueno lo llaman obsoleto.
Recuerdo que cuando era niña si sospechábamos que alguien tenia preferencia sexual diferente lo mirábamos raro, observábamos su comportamiento hasta lograr evidenciar que era homosexual, luego venían las etiquetas, las burlas, la nombrada discriminación.
Hoy en día no tienes que sospecharlo, ellos te lo dicen, lo proclaman y con alarde de gestos y hablado femenino te muestran que lo son. No te atrevas a cuestionarlos, reírte o señalarle su conducta porque ahora son ellos quienes te harán bullying, te etiquetarán de homofóbica y te discriminarán. Cómo ha cambiado el sistema o cambiamos nosotros?.
Si bien es cierto que ante los ojos de Dios todos somos iguales esto se contradice al crear dos personas distintas, un hombre y luego una mujer, pudo haber creado dos mujeres o quizas dos hombres con la capacidad de reproducir a la humanidad, para no perder el propósito de poblar el mundo. Desde ese punto de vista, desde el inicio del mundo no somos iguales, nos crearon diferentes, con cuerpos diferentes, anatomía distintas, con tareas diferentes ( el hombre como líder, mujer como complemento).
En que momento de la historia los hombres decidieron cambiar el formato original, no vamos a entrar a la polémica pregunta «los homosexualidad nacen o se hacen», porque es una discusión de nunca acabar. El punto es si la libertad que la comunidad ha logrado es un avance o un retroceso absoluto para los que creemos en el creador de un mundo perfecto que dejó de ser perfecto cuando empezamos a pecar
Ahora, ¿habrá algún ser humano con la suficiente santidad para juzgar qué es bueno y que es malo,? Lo dudo, y si para saber qué es lo correcto debemos buscar en el origen de todo que es la Biblia (GUIA ORIGINAL DE PATRONES DE CONDUCTA DEL SER HUMANO) nos daremos cuenta que nadie sigue al pie de la letra lo que ahí se prohíbe: no adulterio, no fornicación, no desear la mujer o el hombre de otro, no lascivia, no placeres de la carne, no emborracharse, no murmurar, no juzgar, etc. Que levante la mano quien es libre de esos pecados.
La homosexualidad para bien o para mal es una realidad en el mundo, supongamos que Dios esta molesto por cambiar su plan modelo sobre la humanidad, pero dudo mucho que se sienta feliz cuando alguien golpea, humilla o le quita la vida a un gay, dudo mucho que apruebe que creyéndonos Santos juzguemos a otro por ser u opinar diferente. Y si le dejamos a Dios esa potestad como Único ser perfecto, de juzgarnos a nosotros con su amor infinito cuando llegue el momento. Les propongo un trato: a partir de ahora homosexuales, heterosexuales, bisexuales, vírgenes y castos conviviremos en paz persiguiendo cada quien sus sueños y metas SIN MIEDO, sin importarnos la vida del otro hasta que llegue la hora de dar cuentas a Dios de forma individual por nuestras transgresiones. ¿Aceptan?.
