La aplicación de la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 a menores entre 12 y 17 años, y la población con comorbilidades, es clave para continuar protegiendo a los niños, niñas y adolescentes del virus y para evitar complicaciones de la enfermedad.

Así lo enfatizan los especialistas del Comité Público Privado de Expertos en Salud, Copesa, tras haber iniciado esta fase de la vacunación en el departamento.

El infectólogo pediatra, Eduardo López, indicó que “los adolescentes son un grupo de riesgo importante. Cuando miramos los datos de personas menores de 18 años, los adolescentes son quienes más riesgo tienen de tener complicaciones, enfermedad severa; esta dosis de refuerzo ha demostrado una gran seguridad, no se han identificado eventos adversos”.

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Por otro lado, el infectólogo Ernesto Martínez, recuerda que la cuarta dosis que ha recomendado el Ministerio de Salud es para una población específica. “Solamente para aquellas personas que tienen una condición de inmunosupresión que baja sus defensas, quienes tienen cáncer en la sangre, enfermedades hematológicas como leucemias, linfomas, que están en tratamiento con quimioterapia; quienes tienen enfermedades autoinmunes como el lupus; personas trasplantadas”.

Así mismo, precisó que para la aplicación se requerirá que los médicos tratantes “emitan la indicación o una fórmula médica o una copia de la historia clínica donde se sustenta que se padece de alguna de estas condiciones que justifican este segundo refuerzo y con ello será administrada en los centros de vacunación”.

Javier Torres, pediatra y epidemiólogo, agrega que esta dosis de refuerzo se da en esta población porque “de acuerdo a la evidencia científica demuestran que los anticuerpos de defensa son mucho mejores. Estas personas que reciban esta cuarta dosis ojalá lo hagan cuatro meses después de la última dosis, es una buena oportunidad para evitar complicaciones”.