En un preocupante desarrollo, habitantes de tres municipios colombianos, incluido el Cauca, viven momentos de angustia al encontrarse confinados debido a las amenazas de un grupo armado ilegal autodenominado «Comandos de la Frontera». Este grupo ha declarado la guerra al frente I, Carolina Ramírez, y a las fuerzas públicas, anunciando un paro armado hasta el próximo 17 de marzo.
Las acciones de este grupo han paralizado la movilidad terrestre y fluvial en la región, especialmente en el río Caquetá. Han impuesto controles en las vías, cerrado establecimientos públicos y comerciales, y prohibido la salida de la comunidad, generando un clima de temor entre la población civil.
Ante esta situación crítica, comunidades y autoridades regionales están solicitando urgentemente la intervención del presidente Gustavo Petro y del alto comisionado de paz, Otty Patiño. Se insta a ambos líderes a exigir al grupo ilegal que detenga las hostilidades y busque el diálogo de paz, con el objetivo de poner fin a la disputa por las rutas de rentas ilícitas que ha desencadenado esta crisis.