La concesión del Premio Nobel de Literatura es siempre un acontecimiento en los predios literarios.
No solo implica la consagración del escritor que lo recibe sino además el despertar de la curiosidad en los lectores, porque casualmente muchas veces no lo han leído.

Este año el premio de la Academia Sueca ha recaído en Annie Ernaux, una escritora francesa a la que justamente leí el año pasado. Por lo menos este año no me ha pillado tan desprevenida. Me estrené con Ernaux con El acontecimiento (Tusquets, 2019). Un libro en el que narra lo que le aconteció en el año 1963. En ese entonces, era estudiante de Filología y descubre que está embarazada. Desde el primer momento, la narradora sabe que no quiere tener este hijo y que debe abortarlo.

Annie Ernaux (Normandía, 1940) es una de las novelistas francesas más reconocidas de la actualidad. Además de filóloga, es profesora de letras modernas. Ha escrito alrededor de 20 libros, muchos de ellos publicados por la editorial Gallimard. En España, su obra está siendo traducida y publicada por la editorial Cabaret Voltaire.

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Uno de los aspectos que destaca es que lo autobiográfico es la materia prima de su creación. Ernaux ha sabido darle a los hechos de su propia vida una dimensión universal, al extraer de ellos una narrativa en la que cualquier persona podría verse reflejada.

Algunos críticos han dicho de ella que sus novelas autobiográficas parecen más sociológicas que literarias, porque aborda temas cotidianos como la infancia, el matrimonio o la enfermedad. De este modo la vida de su madre la cuenta en Una mujer (Cabaret Voltaire, 2020). Sobre su matrimonio y el nacimiento de sus dos hijos escribió en una Una mujer helada (Cabaret Voltaire, 1981). Si bien en El acontecimiento conocemos desde el principio, el desenlace, lo más valioso es asistir a todas las vicisitudes que sufrió la narradora.

Aquello que vivió en carne propia es tomado para construir una trama en la que no hay lugar para juzgar sino para comprender, para observar desde la intimidad sus emociones, y mirar con frialdad las situaciones que enfrentó.

Annie Ernaux obtuvo en el año 2008 el Prix de la Langue Francaise, por el conjunto de su obra. También recibió el Prix Renaudot por El lugar y La mujer helada. Asimismo, en 2019 fue reconocida con el Premio Formentor.

Acerca del oficio literario, dijo: “No mi vida, ni su vida, ni siquiera una vida. La vida, con lo que contiene, que es lo mismo para todos pero que cada uno experimenta de manera individual: el cuerpo, la educación, la pertenencia y la condición sexual, la trayectoria social, la existencia de los otros, la enfermedad, el duelo”.

Todos y cada uno de esos estados forman parte de lo que Ernaux investiga para luego escribir, y expresar a través de ellos acontecimientos globales, que podrían pertenecer a buena parte de la humanidad.