Por: Mariela Díaz Romero
La escritora nicaragüense Gioconda Belli sufrió la pérdida de su nacionalidad a causa de una de las decisiones más aberrantes que pueda ejercer un mandatario.
Se trató del despojo de la nacionalidad ejecutada de forma brutal por el mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, a un grupo de 93 personas a las que tildó de traidores a la patria y prófugos de la justicia por tener una postura crítica ante los desmanes que Ortega ha ejecutado en contra del pueblo nicaragüense.
No obstante, la solidaridad internacional no se hizo esperar. Chile le ofreció a Belli la nacionalidad, que ella aceptó no sin antes afirmar que se sentía ya desde hacía mucho tiempo chilena de corazón.
Esta alegría no ha solapado la tristeza de verse despojada de su nacionalidad. Más, Belli, que siempre ha luchado, esta vez tampoco se amilana ante la adversidad.
Belli, que nació en Managua en 1948, ya había sufrido un primer exilio de Nicaragua cuando fue militante del Frente Sandinista de Liberación Nacional que luchó contra la dictadura de Anastasio Somoza, derrocado en 1979.
Así como alzó su voz en contra de Somoza, ahora Gioconda lo hace en contra de Ortega, a quien acusa de actuar fuera de la ley, alejado de los derechos humanos y agrediendo a un país entero al limitar la autonomía de poderes como el judicial y el electoral e incluso pretender manipular al ejército y a la policía nacional. A la revista Milenio de México, afirmó: “Nadie me quitará el derecho de ser nicaragüense”.
Su obra más reciente “Luciérnagas” (Seix Barral, 2022), un libro de ensayos sobre “los ensayos del vivir”, ya está circulando en México y en otros países de América Latina e incluso en España.
Esta obra recopila una serie de ensayos en los que Belli “cuestiona y da significado a lo vivido”, de modo que se pasea no solo por su militancia política a favor de la libertad y de los derechos humanos sino también aborda el amor por su país, un país sufrido como lo es toda América Central. Su experiencia como mujer y escritora crítica, pero a la vez íntima y profunda que ejerce el oficio de la escritura con pasión y optimismo, es otra de las vertientes que la obra ensayística explora y enuncia.
Aunque Belli ya se exilió en 1975, hacerlo ahora en 2022 en España, tiene otra connotación.
Ella ha asegurado que actualmente ya sabe quién es y ya sabe qué quiere hacer, y sobre todo: “Tengo un arma enorme en mí que es la palabra. Creo que la palabra nos hace trascender”.
Su nuevo libro “Luciérnagas. Ensayos sobre el ensayo de vivir” viene a ser -de alguna manera- un canto de esperanza ante las difíciles vicisitudes que se presentan en su vida, a los 74 años de edad. “La esperanza es parte de nuestra historia.
Vivimos años muy negros con la dictadura de Anastasio Somoza y cuando empezamos esa lucha no había tanta esperanza. La esperanza existe porque siempre, por muy oscura que sea la noche, ahí están las luciérnagas”, aseguró.
Vale la pena recordar que Gioconda Belli es una prolífica autora, que ha escrito nueve novelas, nueve libros de poesía, un libro de memorias, cuatro cuentos para niños y un libro de ensayos. Entre sus novelas más conocidas están “El país de las mujeres”, “El infinito en la palma de la mano”, “La mujer habitada”, “Sofía de los presagios”, “Waslala” y “El pergamino de la seducción”, entre otras.
En “El país bajo mi piel” aborda sus memorias durante el periodo sandinista. Igualmente por su obra poética ha recibido importantes premios como el Jaime Gil de Biedma, Casa de las Américas, Generación del 27, Ciudad de Melilla, entre otros.