Este 2022 se cumplen cuatro décadas de la concesión del Premio Nobel de Literatura a Gabriel García Márquez. Un nobel que sin duda es orgullo no solo de Colombia sino también de toda América Latina, y del mundo de habla hispana.
Según información del Centro Gabo una de las celebraciones que se llevará a cabo por los 40 años de este galardón se realizará en el marco de la 81° Feria del Libro de Madrid, que regresa este año a los espacios del Parque del Buen Retiro en la capital madrileña, durante los meses de mayo y junio.
Un taller sobre libros periodísticos impartido por Martín Cáparros, periodista argentino que reside en Madrid y maestro del Centro Gabo, será una de esas actividades que se realizará en el marco de la celebración de los 40 años del Nobel otorgado al escritor de Aracataca, Magdalena.
Pero la fiesta garciamarquiana no se quedará allí, ya que también se han anunciado otras actividades en España. Será en el mes de mayo cuando la Embajada de Colombia en Madrid festeje por todo lo alto con un concierto de música clásica y una lectura de Cien años de soledad. También se prevé una presentación con la actriz y cantante Laura Londoño, que interpretará las canciones de la serie Café con aroma de mujer, que actualmente se transmite por Netflix, además de otra serie de actividades que buscan fomentar el intercambio empresarial y comercial entre Colombia y España.
Creo que estas iniciativas son muy importantes ya que es una forma de mantener la presencia de la literatura y de la cultura latinoamericana en una ciudad como Madrid, en la que hoy por hoy es receptora de millones de inmigrantes tanto de Colombia como de otros países de América Latina como Venezuela, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Ecuador, Perú, entre otros.
A pesar de la vecindad cultural que existe entre las naciones hispanoamericanas y España, creo que abundan los clichés alrededor de esos países y solo el conocimiento de sus culturas, problemáticas e idiosincrasias realmente puede acercarlos a la idiosincrasia y a la ciudadanía española.
Hoy en día, ciertamente Cien años de soledad es una de las obras de la literatura latinoamericana más conocidas en España y en el mundo. De ella se han vendido a lo largo de estas décadas más de 40 millones de ejemplares y se ha traducido a una treintena de idiomas, pero todavía se sigue viendo el realismo mágico como una especie de tarjeta postal exótica con color local, más que la manifestación cultural de un país.
Tal como escribió Winston Manrique Sabogal, en el diario El País, con Cien años de soledad “nació una nueva forma de narrar, un universo y un lenguaje propios”.
Y es que el realismo mágico no fue más que una nueva visión para mirarnos a nosotros mismos, para contar las historias comunes de los que hemos nacido en un pedazo de Latinoamérica con un verbo prodigioso, capaz de exorcizar los demonios y convocar lo inconcebible. García Márquez no hizo más que “valerse de lo mítico y mágico para lograr una visión popular de los hechos”, en palabras de la escritora Piedad Bonnett. Así que sin más ¡olé! por los 40 años del Nobel colombiano.