Se dice que una de las señas de identidad de los lectores es que son personas solitarias, ya que el sencillo acto de leer requiere esa condición que es, además, indispensable para concentrarse. Sin embargo, hoy en día muchas personas leen en compañía de la música, por ejemplo.

Lejos de pensar que es un factor que distrae, he leído algunas opiniones a favor de poner música mientras se lee ya que es un buen antídoto contra la fatiga o la somnolencia.

No obstante, esto se debe tomar con cuidado porque no es un secreto que cierto tipo de música puede ser la causa para perder la concentración. De allí que los estudiosos del tema recomiendan utilizar música específica, que favorezca mantener la atención en la lectura.

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¿A qué tipo de música me refiero? A la música barroca y a la música clásica. Además de tendencias como new age y chill out.
Cuando escribo música clásica quiero subrayar las creaciones de Wolfgang Amadeus Mozart, cuyas partituras pertenecen al periodo clásico del siglo XVIII.

Es conocido por demás el llamado “Efecto Mozart”. Cierto o no, algunos científicos aseguran que este se basa en que las melodías del clásico alemán inciden sobre algunas zonas del cerebro porque estas reciben ondas que propician una mayor estimulación, mejoran el estado de ánimo y transmiten sensaciones benéficas. En esta misma línea se ubica la sugerencia de escuchar música barroca mientras se lee.

Sus acordes, según los especialistas, aportan mayor concentración, y son una fuente de motivación al propiciar el relajamiento del lector.

Aunque el new age o el chill out distan mucho de la música de Mozart y del Barroco, también se les recomienda para crear un ambiente favorable para la lectura.

En el caso del new age las armonías suelen ser modales, consonantes y repetitivas, con la finalidad de crear sensaciones hipnóticas. Generalmente sus acordes son tanto electrónicos como acústicos, es decir, se utilizan sintetizadores y secuenciadores además de instrumentos como flauta, piano o guitarra y otros instrumentos acústicos no occidentales. Se le asocia además con la cultura hippie, pero más allá de eso se trata de un canal que le permite al individuo meditar.

En cuanto al chill out es un estilo que mezcla diversos tipos de música como la ópera, el jazz, el flamenco o el tango, para fundirlos con sonidos suaves, de tempos lentos. De modo que de esta mezcla resulta un estilo reconfortante, sobre todo si se escoge aquel que incluye sonidos de la naturaleza como las olas del mar o el follaje de los árboles cuando los frota el viento.

De modo que según opiniones de especialistas, la música activa las ondas alfa del cerebro lo que ayuda al lector a relajarse y a la vez a concentrarse sin dificultades. Asimismo, se refiere que es capaz de activar la hormona dopamina, la cual es esencial para la memorización y la asimilación de nuevos conocimientos. De modo, que al leer con piezas de música clásica, barroca, new age o chill out, se podrían producir todas estas condiciones que benefician el acto de leer.

Si eres un lector quiere mejorar su rendimiento, entonces experimenta y apóyate en alguna de esas melodías y luego cuéntanos si te han ayudado a leer más y mejor.